El estreno de la película JOY (2024) recuerda un momento trascendental en la historia de la medicina: el nacimiento de Louise Joy Brown, la primera bebé concebida a través de la fertilización in vitro (FIV). La película relata la lucha incansable del equipo liderado por Jean Purdy, Robert Edwards y Patrick Steptoe, quienes enfrentaron desafíos científicos, éticos y sociales para dar esperanza a las parejas que sufrían de infertilidad.
Desde aquel hito en 1978, las técnicas de FIV han evolucionado a velocidad meteórica, consolidándose como una de las disciplinas más prestigiosas en de la medicina moderna. Los tratamientos, que en sus inicios presentaban tasas de éxito inferiores al 10%, han incrementado su efectividad apoyándose en los avances tecnológicos y científicos de manera que, actualmente, el éxito de los FIV en mujeres menores de 35 años puede llegar a superar el 89,3%, según las estadísticas de Instituto Bernabeu.
La Evolución de la FIV convierte a España en referente mundial
España es un referente internacional en medicina reproductiva, jugando un rol determinante tanto en la investigación como en la aplicación de técnicas avanzadas. Desde la aplicación de la FIV en nuestro país, la medicina reproductiva ha experimentado una evolución constante y España se ha convertido en el país líder europeo en tratamientos de fertilidad, ejecutando un 15% del total de las FIV que se llevan a cabo en Europa y un referente mundial por los numerosos hitos conseguidos por científicos españoles.
“En estos 45 años, las técnicas FIV han pasado de ser un último recurso cargado de estigmas a convertirse en una solución accesible y realmente efectiva al que recurren miles de parejas cada año”, señala el doctor Jorge Ten, director de Embriología en Instituto Bernabeu. «En España, amparados por la inversión privada en innovación tecnológica y uno de los contextos legales más evolucionados de Europa, llevamos más de 35 años siendo una referencia mundial debido a la calidad de los laboratorios y al desarrollo de técnicas pioneras”, explica Ten.
Desde la primera FIV, se han sucedido numerosos hitos clínicos que han supuesto una mejora indiscutible en la salud de las parejas tratadas, así como en la de su futura descendencia.
Con técnicas cada vez más modernas, permitieron prevenir enfermedades hereditarias. Así, en verano de 2004, Instituto Bernabeu logró el primer nacimiento de una niña libre de padecer ceguera hereditaria (retinosquisis). Y en febrero de 2006, se alcanzó el primer nacimiento mundial de un niño libre de padecer síndrome de Marfan, tras aplicar técnicas de diagnóstico genético preimplantacional desarrolladas en Instituto Bernabeu.
Según la Sociedad Española de Fertilidad, en la última década se han realizado en España hasta 165.000 ciclos de reproducción asistida al año, con resultados que mejoran constantemente gracias al diagnóstico genético preimplantacional y la criopreservación embrionaria. El prestigio y los buenos resultados alientan a que miles de extranjeros de hasta 135 nacionalidades distintas acudan a España a someterse a tratamientos de fertilidad.
En la fertilización in vitro, la unión entre el óvulo y el espermatozoide se promueve en el laboratorio, fuera del cuerpo de la mujer. Si el proceso tiene éxito, el óvulo fecundado evoluciona hasta convertirse en embrión, listo para ser transferido al útero materno en el estadio de blastocisto, tras 5 o 6 días de desarrollo. Los embriólogos evalúan cuidadosamente la calidad de los embriones, considerando su morfología y ritmo de división, para seleccionar aquel que dispone de una mayor capacidad de implantar. Los embriones restantes, si no son utilizados en ese primer ciclo, se vitrifican para preservarlos y permitir su uso futuro.
La eficacia de la FIV se ha popularizado y hoy esta evolucionada técnica protagoniza la mayoría de los tratamientos de medicina reproductiva. Entre los avances más significativos en los últimos años destaca el estudio sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) para la selección de embriones y la personalización de tratamientos para ajustarse a las características genéticas de los pacientes. “La introducción de la IA en los laboratorios va a suponer un cambio de paradigma. Podremos elegir con mayor precisión los embriones con mayor probabilidad de éxito antes de transferirlos al útero, lo que no solo mejora los resultados, sino que reduce el desgaste emocional de las parejas y potencia las posibilidades de formar familias en un periodo de tiempo reducido” afirma el Doctor Ten.
JOY y la visibilidad de las técnicas de fertilidad
El lanzamiento de JOY llega en un momento en el que la fertilización in vitro es considerada un estándar de la medicina reproductiva, pero su estreno nos recuerda que este progreso no habría sido posible sin doctores pioneros como Rafael Bernabeu que, a pesar de las adversidades abrieron camino y estandarizaron su uso. Jean Purdy, cuya historia ha sido eclipsada por otros nombres a la par que han evolucionado los tratamientos, recibe en esta película un merecido reconocimiento como una pionera de la disciplina.
“Lo que era un sueño imposible en los 80, hoy es una realidad cotidiana que permite cambiar millones de vidas en todo el mundo. La historia de JOY nos sirve para recordar los orígenes de las técnicas de reproducción asistida y son una inspiración para que miles de jóvenes sigan construyendo el futuro de la medicina reproductiva”, concluye el doctor Ten.
Sobre Instituto Bernabeu
Desde hace más de tres décadas, Instituto Bernabeu se ha caracterizado por estar a la vanguardia en la investigación de la medicina reproductiva. El grupo de clínicas especializadas fundado por Rafael Bernabeu y con la dirección médica de Andrea Bernabeu atrae anualmente a pacientes llegados de hasta 137 países de todo el mundo. Cuenta con 9 clínicas repartidas en Madrid, Alicante, Palma de Mallorca, Albacete, Cartagena, Elche, Benidorm y Venecia.
Recientemente, el último congreso de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) ha reconocido su labor investigadora otorgando el primero y segundo premios por sendas comunicaciones clínicas y el segundo premio a la mejor comunicación básica.