- Hace unos pocos días, salió en la revista “Nature” un nuevo estudio sorprendente llevado a cabo por la Universidad de Cambridge. Se acababa de demostrar, que somos capaces de crear embriones sintéticos de ratón, indistinguibles a los “reales” a partir del octavo día de desarrollo. Todo esto sin usar esperma, óvulos o tan siquiera útero de ratón, simplemente empleando células embrionarias.
Antes de hablar sobre los embriones, está claro que estas últimas décadas, la ciencia y tecnología han avanzado a pasos agigantados, hasta el punto en el que parece, que cada día se descubre algo nuevo o se realiza algún tipo de avance en torno a una materia. Al fin y al cabo, la ciencia y la tecnología siempre se han apoyado mutuamente para seguir evolucionando.
A día de hoy todo parece muy bizarro, desde proyectos megalómanos como “The Line” en Arabia Saudí, hasta proyectos locamente absurdos como poner un hotel en la órbita del espacio, o rodar allí la primera película. Cosas que a principios de los 2000 pensábamos que nos podían tomar un siglo o más llegar a lograr, son a día de hoy una realidad más cercana de lo que imaginábamos, o eso no quieren hacer creer.
Lo que es indudable, es lo que ha conseguido el equipo de trabajo de Cambridge, dirigido por la doctora Magdalena Zernicka-Goetz, profesora en el departamento de desarrollo de mamíferos y biología de células madre, dentro del Departamento de Fisiología y Neurociencia de Cambridge. Que han conseguido imitar los procesos naturales de la reproducción en un laboratorio, a través del uso guiado de células madre, para que se organizaran en estructuras que fueran progresando a través de las diferentes etapas de desarrollo, hasta llegar a los resultados deseados.
Los embriones presentaron corazones latentes y una estructura cerebral temprana, al igual que el saco vitelino y la placenta, entre otras cosas. Sin embargo, el proceso de células madre no ha sido capaz de imitar algunas estructuras como el cordón umbilical, cuya falta crítica hace que no sea posible implantar los embriones de ratón en un útero para que lleguen a nacer. Cabe decir, que tal implantación es un interés que persiguen los investigadores, aunque por el momento se van a centrar en las posibilidades de investigación.
Zernicka-Goetz, la directora del proyecto, expreso la importancia de esta investigación, aludiendo a la importancia que tendrá, para analizar lo que sucede en las primeras fases de formación embrionaria. Fases que se nos ocultan, obviamente, debido a la zona de gestación natural.
Tal nivel de accesibilidad, nos permitiría no solo expandir nuestro conocimiento sobre los procesos involucrados en la formación de vida consciente, sino para manipular los genes, y por ende comprender sus funciones de desarrollo a través de un programa experimental, que no requiera el uso de animales de pruebas.
Adicionalmente, los resultados podrían servir para orientar la reparación y el desarrollo de órganos humanos sintéticos para trasplantes. Utilizando cultivos de células madre guiadas de la misma manera, en la que se han guiado para el desarrollo de los embriones.
Otra posibilidad interesante, radica en que se pueden aplicar tales principios para desarrollar embriones humanos sin necesidad de donantes, o útero. Que nos permitirían investigar sobre ciertas enfermedades o defectos cromosómicos, que aparecen en fases tempranas de la formación.
Sin embargo, lo que se considera el mayor avance que nos podría traer esta investigación, es la posibilidad de emplear este proceso de formación, para explorar el porqué tantos embarazos humanos se pierden al principio del proceso, o el porqué casi el 70% de los intentos de fertilización in vitro fallan. Tal investigación podría ayudar a salvar muchas vidas, pero las implicaciones éticas de esos actos están en tela de juicio, por lo que podemos esperar un debate acalorado en el futuro.
A raíz de las posibilidades y ramificaciones que ofrece la investigación publicada, los investigadores han creado una compañía, actualmente en fases iniciales, llamadas “Renewal Bio”. El objetivo de la compañía, será hacer que la humanidad sea más joven y saludable, a través del poder de la tecnología con células madre. Tal tecnología busca ser aplicada hacia una vastedad de problemas humanos, como la infertilidad, enfermedades genéticas o la estimulación de la longevidad.
Sin duda, el campo de los embriones sintéticos se acaba de posicionar, como uno de los campos científicos con mayor potencial de futuro, para innovaciones asombrosas. Solo espero que no lleguemos a un escenario como el presentado en “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley.
Links:
The Line: The Line, ¿La ciudad del futuro?
Pagina del proyecto: https://www.renewal.bio/home
