El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y las altas capacidades intelectuales son dos condiciones que afectan el funcionamiento cognitivo de las personas, pero ¿qué ocurre cuando una persona presenta ambas características? En ese caso, nos encontramos frente a la doble excepcionalidad, una combinación única que plantea desafíos y oportunidades especiales. En este artículo, exploraremos en qué consiste la doble excepcionalidad, cómo se manifiesta y qué implicaciones tiene para aquellos que la experimentan.
El TDAH es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por dificultades persistentes en la atención, la hiperactividad y la impulsividad. Las personas con TDAH suelen tener dificultades para concentrarse, seguir instrucciones, organizar tareas y controlar sus impulsos. Por otro lado, las altas capacidades intelectuales se refieren a un cociente intelectual (CI) por encima de la media, lo que implica un pensamiento rápido, una capacidad de aprendizaje acelerada y un procesamiento de información superior al promedio.
Cuando una persona presenta tanto TDAH como altas capacidades intelectuales, se produce la doble excepcionalidad. Esto significa que estas personas tienen habilidades intelectuales sobresalientes, pero también enfrentan desafíos significativos en términos de atención, concentración y autorregulación. La combinación de estas características puede ser compleja y a menudo genera una serie de dificultades únicas.
Una de las principales características de la doble excepcionalidad es la discrepancia entre el potencial intelectual y el rendimiento académico. Aunque estas personas tienen un alto potencial intelectual, pueden tener dificultades para demostrarlo en un entorno académico debido a problemas de atención y organización. Esto puede llevar a que sean subestimadas o malinterpretadas, ya que su desempeño académico puede no reflejar su verdadero nivel de capacidad.
Además, la doble excepcionalidad puede manifestarse de diferentes maneras. Por un lado, algunas personas pueden presentar un TDAH predominantemente inatento, lo que significa que tienen dificultades para concentrarse, mantener el enfoque y completar tareas. Estas dificultades pueden llevar a que se pierdan detalles importantes, se distraigan fácilmente y tengan dificultades para seguir instrucciones.
Por otro lado, otras personas pueden experimentar un TDAH predominantemente hiperactivo-impulsivo, lo que se caracteriza por una inquietud física excesiva, dificultades para esperar su turno y una tendencia a actuar sin pensar en las consecuencias. Estas características pueden llevar a problemas de comportamiento, dificultades para seguir reglas y desafíos en el ámbito social y académico.
En el caso de la doble excepcionalidad, es fundamental comprender que estas características no se compensan mutuamente, sino que interactúan entre sí. Por ejemplo, la hiperactividad puede dificultar aún más la concentración y el enfoque, lo que puede afectar negativamente el rendimiento académico. Del mismo modo, la falta de atención puede hacer que sea difícil aprovechar al máximo las capacidades intelectuales y aprender de manera efectiva.
Es importante reconocer y apoyar a las personas con doble excepcionalidad, ya que enfrentan desafíos específicos. Algunas de las dificultades comunes incluyen:
- Desajuste en el sistema educativo: Debido a la discrepancia entre su potencial intelectual y su rendimiento académico, es posible que estas personas no reciban la atención y el apoyo adecuados en el entorno escolar. Pueden sentirse aburridas o desmotivadas, lo que puede afectar su bienestar emocional y su desarrollo académico.
- Dificultades en la autorregulación: Las personas con doble excepcionalidad pueden tener dificultades para regular sus emociones, impulsos y comportamiento. Esto puede llevar a problemas de conducta, frustración y estrés adicional.
- Problemas de autoestima: Debido a las dificultades que enfrentan en diferentes áreas de sus vidas, es común que las personas con doble excepcionalidad desarrollen una baja autoestima. Pueden sentirse incomprendidas, estigmatizadas o juzgadas por su forma única de ser y aprender.
- Necesidad de apoyo individualizado: Para que las personas con doble excepcionalidad puedan alcanzar su máximo potencial, es fundamental que reciban un apoyo individualizado que aborde tanto sus necesidades intelectuales como sus dificultades de atención y autorregulación. Esto puede incluir adaptaciones en el entorno educativo, estrategias de manejo del tiempo y la organización, y terapias específicas.
A pesar de los desafíos que enfrentan, las personas con doble excepcionalidad también pueden aprovechar oportunidades y fortalezas únicas. Su capacidad intelectual sobresaliente, combinada con su creatividad y pensamiento divergente, puede conducir a un pensamiento innovador y perspectivas únicas sobre el mundo.
La doble excepcionalidad, que combina el TDAH y las altas capacidades intelectuales, presenta una combinación única de desafíos y fortalezas. Es fundamental reconocer y comprender esta condición para brindar un apoyo adecuado a las personas que la experimentan. Con el apoyo y las estrategias adecuadas, las personas con doble excepcionalidad pueden desarrollar todo su potencial y hacer contribuciones significativas en diversos campos.