- Como todo dueño de gatos sabe, nadie posee a un gato (Ellen Perry Berkeley)
- Dicen que la domesticación de los gatos es difícil pero el mío me domesticó en dos días
- Dios hizo al gato para dar al hombre la posibilidad de acariciar a un tigre
- El gato es el único animal que ha logrado domesticar al hombre
- El hombre es civilizado en la medida que comprende a un gato
- Gatos que creen que da mala suerte cruzarse con un hombre negro
- Hasta el más pequeño de todos los gatos es una obra maestra
- Hay dos maneras de refugiarse de miserias de la vida: la música y los gatos
- He estudiado a muchos filósofos y a muchos gatos. La sabiduría de los gatos es infinitamente superior (Hippolyte Taine)
- La comodidad y el ahorro energético los inventaron los gatos
- La elegancia quiso cuerpo y vida, y por ese motivo, se convirtió en gato
- La vida gatuna, la vida mejor
- Los gatos primero te roban el corazón, luego el sofá, la cama, la comida…
- Los gatos son como los tatuajes. Cuando tienes uno ya estás pensando en tener otro
- Los perros nos miran como sus dioses, los caballos como sus iguales, pero únicamente los gatos nos miran como sus súbditos
- Me muero de amor con mi gato cuando me choca esos cinco
- Mi gato nunca se ríe o se lamenta, siempre está razonando
- Mi móvil tiene tantas fotos de gatos que cuando se cae, cae de pie
- No existe, verdaderamente, una sola cualidad del gato que el hombre no debería tratar de emular para mejorar
No existen gatos corrientes - No intentes entender a tu gato, no les hace falta
- No me hables tan rápido, no me da tiempo a ignorar todo lo que dices
- No puedes ser nunca dueño de un gato, pero sí su acompañante
- No puedo tener cosas bonitas en casa. Tengo un gato
- No suelo afilarme las uñas pero cuando lo hago, me aseguro de que sea en los muebles más caros de casa
- Si tienes un gato en casa, entonces es su morada y tú un okupa
- Un gato buscará en tu interior y sacará lo mejor de ti
- Un gato te acaricia el alma con su ronroneo
- Un gato transforma el regreso a una casa vacía en la vuelta al hogar
- Uno nunca posee un gato. Uno tiene permiso para estar en la vida de un gato, lo cual, por supuesto, es un privilegio (Beryl Reid)