El consultor inmobiliario Eduardo Molet augura un deterioro del parque de viviendas en alquiler y venta si la futura ley propuesta por PSOE y Podemos se aprueba
Hace unas horas PSOE y Unidas Podemos han anunciado un acuerdo para aprobar la regulación del alquiler en un plazo de tres meses, algo que a juicio del consultor inmobiliario Eduardo Molet es una mala noticia para el sector y tendrá consecuencias graves, especialmente el deterioro del parque de viviendas en alquiler. “El propio vicepresidente Pablo Iglesias ha reconocido que será la ley con mayor grado de intervención pública de Europa, y esto está lejos de ser una buena noticia, al contrario”.
Molet cree que hay una campaña para hace creer a la opinión pública que el 80% de las viviendas en alquiler está en manos de unos pocos fondos de inversión o fondos buitre, y que esta se posicione a favor de la regulación. “Eso es rotundamente falso”, sentencia del consultor, que explica que “en España el parque de las viviendas de alquiler, en más del 80% de los casos está en manos de pequeños ahorradores que han invertido en un piso para poder alquilarlo y complementar sus ingresos, por ejemplo, una pensión. Son los grandes perjudicados”.
Qué regulará la ley y cómo afectará al sector inmobiliario
El acuerdo alcanzado por Podemos y PSOE en esta materia y que es condición para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, tiene como objetivo intervenir el mercado de alquiler, especialmente en lo que llaman “zonas tensionadas”, es decir, en zonas con precios de alquiler altos. Para ello se crearán unos mecanismos de control que permitan contener y bajar los precios de los alquileres de las viviendas, tanto de los nuevos contratos como de los ya existentes antes de la aprobación de la ley. Es decir, tendrá carácter retroactivo.
Eduardo Molet advierte de las consecuencias de esto: regular el precio del alquiler deteriorará todo el mercado inmobiliario. “Pasará lo mismo que en Berlín hace unos meses, y que ya denunciamos en su día: el parque de viviendas se reducirá, y las que queden estarán deterioradas, ya que los propietarios no invertirán en reformas o mantenimientos si no saben si van a poder recuperar su inversión, algo imposible en un mercado regulado”. El consultor cree que serán muchos los propietarios que saquen del mercado sus pisos, lo que conllevará una reducción de la oferta de vivienda en alquiler, y los pongan a la venta. Esto al final repercutirá también en el precio de la vivienda, que caerá. “Al final acabará todo el mercado deteriorado, tanto el de venta como el de alquiler”.