La “crème de la crème”

- en Toros
Corrida de toros en Guijuelo El Capea 192

Nunca antes el coso de la villa de Guijuelo se había engalanado de tal manera, nunca antes sus tendidos se habían llenado con la “crème de la crème” del toreo y de la sociedad salmantina. La verdad es que la ocasión lo merecía porque al maestro Capea se le ocurrió que a sus setenta años, lo mejor era celebrar sus cincuenta de alternativa toreando. Una gesta que desde el principio de su anuncio no dejó indiferente a aficionados, familiares y amigos cercanos del torero, que quisieron acompañarlo y que sin saberlo, iban a protagonizar uno de los ambientes más bonitos y especiales que jamás había vivido esta plaza de toros. La expectación fue tal, que hasta los medios de comunicación nacionales, quisieron hacerse eco de esta efeméride, poniendo en el punto de mira nacional al toreo, y por ende, a Guijuelo.

Si algo tiene Pedro Gutiérrez Moya, “Niño de la Capea”, es carisma. Un carisma que le ha llevado a mantener amistades a lo largo de su carrera tanto con toreros, como con otros profesionales del toro, además de artistas de otras disciplinas como de la música. Durante el festejo no sonó “La Macarena”, pero seguro que durante la celebración posterior, “Los del Río”, amigos íntimos del maestro, se la cantaron y todos celebraron el éxito del torero que paladearon desde el callejón de la plaza.

Junto a ellos, acompañando a Roberto Martín, alcalde del municipio y a Roberto Hernández, edil de fiestas del Ayuntamiento de Guijuelo, pudimos ver también a Javier Conde y a Manuel Díaz “El Cordobés”, por quienes no pasan los años y a quienes se les vio como pez en el agua entre las gentes de Guijuelo. Simpáticos y amables, atendieron a quienes se acercaron a saludarles, ¡da gusto con ellos!.

Ellos y otros tantos toreros como Ortega Cano, César Rincon, El Juli, José Garrido, David Galán o el rejoneador Sergio Galán y muchos más, no quisieron perderse la última lección del maestro por invitación de quien sin duda fue el “alma” de esta efeméride, el primer loco (el segundo, con todo el cariño fue el maestro Capea), que se atrevió a ofrecer a Pedro Gutiérrez Moya este coso para conmemorar sus 50 años de alternativa, José Ignacio Cascón. Se le vio nervioso, comprometido y también feliz haciendo de “anfitrión” con todos los profesionales del toro que quisieron acompañarnos ese día, como por ejemplo Manuel Martínez Erice. ¡Todo el toreo tenía que estar en ese callejón, y si hubo que hacer más burladeros, se hicieron! Así de “loco” está Cascón.

Y quienes apoyaron esta locura, no sin la consiguiente preocupación, fueron doña Carmen Lorenzo y Verónica Gutiérrez, quienes acompañadas de amigas y familiares, y unas vez soltados los nervios del inicio, disfrutaron como verdaderas niñas de una tarde que, ni soñada, hubiese salido igual. Se las vio sonrientes y emocionadas durante todo el festejo, y es que no fue para menos, puesto que vivieron momentos que quedarán en el recuerdo, no solo de ellas, sino de muchos aficionados.

Y en los tendidos, ¡qué decir!, la “crème de la crème” de la sociedad guijuelense y salmantina. Pudimos ver al consejero de cultura de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, quien en la presentación de esta corrida de toros, ya dijo que no iría por autoridad a acompañar al maestro, sino más bien por amistad, y eso se percibió por la manera de aplaudirle y valorar sus faenas desde la barrera. Y haciendo un barrido también nos encontramos a la familia Cayo acompañados por sus mujeres, o a Juan Pérez Tabernero y  José María Rodilla.

Seguro que, con la feria que ahora tenemos por delante, alguno de ellos repite honrándonos con su presencia, porque este ciclo también es la “crème de la crème”.

Paula Zorita – Revista LANCES Feria de Guijuelo.

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