- Las temperaturas presentaron una anomalía positiva de 0,8 °C. Se trata del decimotercer invierno más cálido desde 1961 y el sexto más cálido del siglo XXI
- Los valores acumulados de precipitación dejan un invierno de carácter húmedo e incluso muy húmedo en zonas del tercio este de la Comunidad y en la Cordillera Cantábrica
- La borrasca Filomena, entre el 6 y el 10 de enero, episodio más destacado por las precipitaciones en forma de nieve, y el posterior episodio frío con heladas generalizadas. El 11 de enero Radona (Soria) registró una mínima de -22,0 °C.
El trimestre de diciembre a febrero ha sido cálido en Castilla y León, con un promedio trimestral superior a lo normal (0,8 grados centígrados por encima de la media), pero con una mayor relevancia de las temperaturas mínimas debido a algunos episodios en los que se registraron valores significativamente bajos.
Se trata del decimotercer invierno más cálido en Castilla y León desde 1961 y el sexto más cálido del siglo XXI. Por su parte, los registros de temperaturas máximas han estado más próximos a su valor normal. El mes de febrero ha sido el que más ha destacado en el balance térmico estacional, si bien en realidad se trata de una continuación del carácter cálido o muy cálido que comenzó en la segunda decena del mes de enero. Se han registrado, de promedio 40 días de helada (11 días menos de su promedio).
El episodio más destacado fue el asociado a la borrasca Filomena y posterior frío intenso debido a condiciones estables anticiclónicas y a la nieve en el suelo. En este contexto, el día más frío del invierno en Castilla y León fue el 8 de enero.
A pesar del posterior ascenso de temperaturas, el primer mes del año presentó una anomalía negativa de 0,9 °C. En el lado opuesto se encuentra el mes de febrero, con una anomalía positiva de 2,5 °C. Aunque tanto máximas como mínimas se situaron por encima de su promedio, fueron las temperaturas nocturnas las más cálidas puesto que superaron en 3,5 °C su valor medio. Ha sido el mes de febrero con mayor registro de temperatura media de mínimas desde 1961 y con menor número de días de helada.
Precipitaciones invierno 2020-2021
La precipitación acumulada durante el invierno 2020-2021 se encuentra, de media, en torno a un 33% por encima del promedio para el treintenio 1981-2010, con 41 días de precipitación apreciable (14 días por encima de su promedio) y 7 días de nieve (muy próximo a su media). Los valores acumulados de precipitación dejan un periodo de carácter húmedo o muy húmedo (en zonas del tercio este así como en la Cordillera Cantábrica y áreas próximas). La mayor parte de las precipitaciones han estado comprendidas entre 147 y 288 l/m².
También en este caso, el mes de febrero fue el que más influyó en el carácter de la pasada estación invernal. La persistente entrada de masas de aire húmedo atlánticas dejó precipitaciones continuas y generalizadas en toda la Comunidad. La precipitación acumulada en el mes de febrero fue un 90% superior al promedio mensual, con 13 días de precipitación apreciable y tan solo 1 día de nieve, con valores que superaron casi en toda la Comunidad los 60 l/m² y dejando un carácter muy húmedo en la mayor de la región, alcanzando la valoración de extremadamente húmedo en zonas de meseta de Zamora y Salamanca.
En enero destacó principalmente el episodio de los días 6-10, en el que la borrasca Filomena dio lugar a precipitaciones en forma de nieve los días 8 y 9 de enero. También resulta reseñable el episodio durante la última quincena del mes de enero, debido a la continua presencia de profundas borrascas (“Gaetan”, “Hortense”, “Ignacio” y “Justine”) que dejaron precipitaciones generalizadas, algunas en forma de nieve, y vientos de carácter fuerte. La continua entrada de masas atlánticas cálidas y húmedas dejó un febrero muy húmedo y muy cálido.
