Ahora sí que he vuelto a la más absoluta normalidad

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Juan Carlos Equipo Alba de Tormes

Ya en casa, después de unos días de desconexión, ahora sí que puedo decir que por mi parte he vuelto a la total normalidad de antes de la pandemia. Todas las actividades funcionando y con la escuela de atletismo en plenas competiciones.

Este domingo nos tocó la final de pista cubierta y a la instalación de La Aldehuela fuimos una buena representación, la más numerosa hasta ahora, y también nos vinimos con un buen número de recompensas. María oro en peso, África oro en peso, Miriam oro en longitud, Romeo plata en longitud, el relevo infantil masculino fue plata (Aimar, Romeo, Andrés, Manuel), Aimar bronce en peso y el relevo alevín mixto bronce (Audrey, Maitane, Héctor, Lucas).

Me quedo con la buena mañana que pasamos, los trofeos obtenidos y hasta con el cabreo de las integrantes del relevo infantil femenino porque pensaban que lo habían hecho mal y no, simplemente es que había equipos mejores y punto, pero esos cabreos sé que se pasan y servirán para que todavía se esfuercen más. Además tuvimos la visita de Israel Núñez, un referente del atletismo albense y que junto con Yolanda Reyes nos dieron unos años de gran nivel. Por cierto, Yolanda fue la anterior campeona de España que Salamanca tuvo en el 800 hasta que ahora ha irrumpido con gran fuerza Lorena Martín.

Y lo dicho, sin pausa ninguna el próximo domingo comenzamos con las jornadas de pista al aire libre en las que buscaran clasificarse para la final de mayo. Este domingo también será la segunda jornada de duatlón por lo algunos no tendrán más remedio que elegir entre las dos competiciones. Nos han concentrado la mayor parte del calendario en mes y medio y pasan estas cosas, cuando todos los que participan en duatlones de juegos escolares también lo hacen en la modalidad de atletismo. En fin, una batalla perdida desde hace tiempo intentar que no coincidan varias modalidades.

Y hablando de coincidencias, este domingo era la media maratón de Salamanca, pero ya llevo años resignado a no poder correrla porque ese día también programan la final de pista cubierta.

En cuanto a mis actividades deportivas, decir que por primera vez en lo que llevamos de temporada, el jueves pasado tuvimos que suspender la actividad de iniciación al atletismo. Se pasó todo el día lloviendo y no era plan de salir. De hecho, cuando en el grupo de whatsapp estuvimos charlando yo en plan gracioso les comenté que ya había nadado esa semana y no me tocaba.

Así que solo quedaba la salida de bici y esa también tuvo alguna variación. Tenía tarea en el teatro y solo podía salir un par de horas por lo que acompañé a mis compañeros de club hasta Larrodrigo por caminos y de allí me vine por carretera hasta Alba, eso sí, alargando un poco el recorrido hasta Anaya y Galisancho. De todas formas he de reconocer que con lo poco que he salido últimamente, no tenía piernas para hacer el recorrido que habían planteado hasta la ermita de Valdejimena.

La salida de bici me sirvió para ver que el cuentakilómetros no funcionaba y lo arreglé al llegar cambiando una de las pilas que lleva. Más que por los kilómetros me viene bien por controlar la hora ya que muchos de los días hay que estar pronto de vuelta.

También me dio la salida para comprobar que el freno delantero, que últimamente no funcionaba bien, había dejado de hacerlo definitivamente. Como os digo, en las anteriores salidas no iba en condiciones, pero pensaba que era aire en el circuito y que terminaría saliendo por si solo o a lo sumo me tocaría purgar el circuito, pero no, en la parada en la que nos separamos me di cuenta de que perdía aceite por la maneta, con lo que era una junta o directamente se había roto el mecanismo.

Como me dijo Jose, y después comprobé, salía más rápido y hasta más económico cambiar todo el conjunto que solo la pieza estropeada, así que lo busqué por internet y ya lo tengo pedido para cambiarlo en cuanto llegue.

No es que tenga nada en contra de llevar la bici a un taller si no queda más remedio, pero la sustitución es muy sencilla al venir preparado para funcionar, no como si fuera el freno trasero porque en ese caso al ir los cables por dentro del cuadro de la bici son palabras mayores. Además, llevar la bici a Salamanca supone que sabes cuando la llevas pero no cuando la vas a tener de nuevo lista, aparte de los viajes y en este caso aunque tarde unos días en llegar el freno, no tendré problemas para hacer recorridos sencillos solo con el freno trasero y por consiguiente la puedo seguir usando.

Y por fin, después de varias semanas, he estrenado las zapatillas de trail. El domingo las tuve puestas toda la mañana en la final de pista para ir haciéndome a ellas y ayer lunes a mediodía salí una hora por caminos para terminar de `domarlas´. Las sensaciones han sido positivas y espero sacarles partido.

Para acabar. Este es el artículo número 260, lo que significa que llevo cinco años desde que me embarqué en la aventura de escribir y, aunque reconozco que en algún momento he pensado qué quien me mandará meterme en estos líos, ni durante el confinamiento he faltado a mi cita semanal, por poco que hubiera que escribir sobre actividades deportivas que no iban más allá del rodillo y correr en la terraza.

Autor

Corredor, ciclista y nadador aficionado. Técnico de la Escuela de Atletismo de Alba de Tormes, impulsor del grupo de iniciación a la carrera promovido por el ayuntamiento de Alba de Tormes y monitor de gimnasia para mayores. Entrenador auxiliar de natación, socorrista acuático y monitor de gimnasia en el agua. Formación como monitor de socorros y emergencias por Cruz Roja. Miembro desde sus orígenes del club Alba Running, del Club Ciclista de Alba de Tormes y desde hace un año del Club Deportivo Cádiz Costa de la Luz.