Lunes de Aguas aunque no se la ve venir

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club atletismo alba de tormes

Y después de la parada obligada de Semana Santa, volvemos a la tarea en la Escuela de atletismo con la segunda jornada de juegos escolares en pista cubierta, en este caso para las categorías de infantiles y juveniles. En autobús hasta las pistas del Helmántico y como está pasando esta temporada llegamos a buena hora y de esa manera sí que podemos organizarnos con tiempo porque siempre hay que ir a pedir algún dorsal que se les ha olvidado o imperdibles, etc. Además da tiempo a una pequeña charla en las gradas con los chavales para que tengan claro los horarios de sus pruebas y no se despiste ninguno. Ese rato también viene bien porque los equipos de relevos están ·hilvanados· a falta de saber si ese día se produce alguna baja (que con tantos chavales es bastante normal) y ya allí los dejamos concretados en componentes y orden con los posibles cambios. Por ejemplo en esta ocasión la falta de una niña infantil supuso que un equipo de relevo mixto no pudiera participar por esa ausencia. Es una pena pero son cosas que pasan y más de lo que me gustaría.

La climatología estaba bien con la única salvedad del aire que sopló durante toda la mañana. Y en cuanto a esta jornada decir que las cosas se dieron más o menos como estaba previsto y ahora a esperar a los que pasan a la final. El próximo domingo terminaremos las jornadas de clasificación con las categorías alevines y cadetes. La temporada poco a poco va llegando a su fin y después solo nos quedará la final de pista al aire libre, el regional del equipo cadete femenino (que ya está asegurada su participación a falta de esa segunda jornada de clasificación) y después participar en los dos duatlones que todavía restan en el campeonato de juegos escolares. Pero vamos, que en cosa de menos de dos meses habremos acabado la temporada y las competiciones. ¡Cómo corre el tiempo!

Por lo demás contaros que este sábado volvía salir en bici con los compañeros del club ciclista Alba de Tormes. Creo que hacía un mes que no coincidía con ellos y la verdad es que tenía ganas. Una ruta tranquila en la que hicimos un recorrido por los alrededores de la vía verde y después nos acercamos hasta Calvarrasa de Arriba para volver por le ermita derruida de Otero (la que está cerca de los Cisnes), la trasera de Valdesantiago, Carpio Bernardo y rodeando la meseta llegamos a Palomares para bajar hasta Alba y hacer una parada técnica de avituallamiento antes de subir la última cuesta para llegar a casa. Muy buena mañana en cuanto a la climatología, el ambiente y el ritmo que llevamos que fue tranquilo y a mí me vino muy bien para no cargar las piernas. En cuanto al ritmo, uno que ya tiene experiencia, aprovechó una parada al encontrarnos con Justi, compañero del club, en el tramo más «difícil» (entrecomillado porque no era tampoco de mucha dificultad), para ir tirando a mi ritmo y no sufrir en la parte final. Justi está saliendo por su cuenta, como he hecho yo en muchas ocasiones, para ir cogiendo ritmo y así no llevar la presión de ir a más de lo que puede o de frenar al grupo. Lo saludé, unas risas y como vi que la charla iba para rato me fui adelantando poco a poco y ya me cogieron en Palomares, haciendo la zona de Valdesantiago y Carpio a mi ritmo y así no me sacaron los «higadillos» en esa zona. De esa manera llegué perfecto después de casi dos horas y media de ruta y sobre todo lo importante, con buenas sensaciones y con ganas de repetir el próximo domingo.

El lunes salimos antes del trabajo, así que sin las premuras de otras veces, tirada larga en la que repetí recorrido de la semana pasada y en esta ocasión sin tener que pararme. Por cierto, en la ruta de bici me comentaba alguien que no se termina de recuperar corriendo después de una lesión. Qué había salido a correr y tuvo que parar porque tenía molestias a pesar de ir a ritmo de trote, a unos 5 minutos por kilómetro. No pude por más que decirle que ese ritmo no es de trote, que el ritmo de trote está más cerca de los 6 que de los 5 o al menos es lo que entiendo yo después de tantos años corriendo y sobre todo dándome cuenta de lo que hago y de las sensaciones y avisos que va mandando el cuerpo.

Por la tarde-noche a disfrutar de un poco de hornazo y de charla entretenida en el Lunes de aguas. Ya cuando el relente se notaba más, y es que en cuanto anochece bajan bastante las temperaturas, para casa que al día siguiente había que volver a la rutina. Y como encabezo el artículo era el lunes de agua, pero lo que es agua caída del cielo no se atisba mucha que digamos y o cambia mucho la cosa o vamos a tener problemas de suministro y no será extraño que hasta se lleguen a producir restricciones en el abastecimiento. Pero aquí no pasa nada.

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