Comenzaron las jornadas de pista al aire libre. Esta primera fue para las categorías infantil y juvenil y con la novedad de que por primera vez participábamos también en la modalidad de equipos con uno infantil mixto.
No llovió, la temperatura fue agradable y pasamos una buena mañana compitiendo en todas las pruebas. Buenas sensaciones, algunas cosas, en realidad pocas, que ajustar de cara a la segunda jornada de estas categorías y sobre todo decidir si alguno de los atletas cambia de pruebas porque es lo bueno que tiene el haber más de una jornada, que podemos cambiar y así prueban en competición otras disciplinas.
Otra de las cosas buenas que tiene haber varias jornadas para cada categoría es que acabamos antes y así llegamos a casa a una hora prudencial y hasta podemos quedar a dar una vuelta, como fue el caso, aprovechando el buen día que hacía y más teniendo en cuenta que la semana iba a ser lluviosa.
El próximo domingo tocará el turno para alevines y cadetes y volveremos al Helmántico con una representación más numerosa que en esta ocasión.
Del duatlón de juegos escolares que debería haber tenido lugar el mismo día en Santa Marta os contaré que después de organizar todo, de ver quién se hacía cargo de los niños porque yo iba con el grupo de pista, resulta que llega un correo informándonos de la suspensión tres días antes. Y no me fastidia que se suspenda, que por algo habrá sido y además que ya estaba yo con la `mosca en la oreja´ porque no encontraba ninguna información en internet sobre el duatlón cuando buscaba horarios y distancias de las distintas categorías. Lo que me fastidia es que a media semana y por ese motivo llamé para preguntar y todavía estoy esperando la respuesta. Es más, el día antes de comunicárnoslo, un padre del equipo me dijo que ya sabía de la suspensión por algún familiar (y yo organizando el autobús) y el mismo día de forma privada a primera hora me estaban llegando mensajes al teléfono de otros equipos y oficialmente tardamos todavía horas en saberlo.
Lo que quiere decir que como siempre y en todos lados, hay vías de comunicación más directas y rápidas con unos que con otros. En fin, y después intentando que todos vayan a los duatlones y de hecho llevando a la mitad de los competidores de juegos escolares en esa modalidad. Por cierto, nueva fecha, el 27 de este mes y en Lumbrales.
Y en cuanto a la actividad personal, decir que después de varias semanas volví a coincidir el jueves con los compañeros de iniciación a la carrera e hicimos nuestra media hora de carrera divididos en grupos dependiendo de la intensidad que queríamos poner. Me llevé una grata sorpresa porque resulta que se ha unido a la actividad Marta Vázquez, una chica de Peñaranda que hace un tiempo se ha trasladado a vivir aquí y con la que coincidí hará unos 9 años en distintos cursos de deportes que impartía la diputación en el albergue de Llano Alto de Béjar y que junto con otros participantes, Chus, Toñi, Nuria y Valentín me introdujeron en el mundo de las carreras o como decían, `en el lado oscuro´.
Con ella salí a correr por allí una mañana lluviosa, amaneciendo, y pasamos por las calles empedradas de Candelario con el pueblo a esas horas todavía vacío. Qué sensación de satisfacción al acabar, mucho más fuerte que el cansancio. Inolvidable.
El viernes me tocaba piscina y sí, fui, pero al bajarme del coche en Santa Marta me di cuenta de que se me había olvidado meter la mochila con todas las cosas y eso que la había dejado al lado del coche por la mañana. Sin más comentarios. ¡Qué despiste, donde tendré la cabeza! Y es que la semana pasada ha sido muy muy estresante y así pasa, que al final alguna cosa sale mal.
Y el sábado salida en solitario de bici porque los pocos que podíamos quedar no coincidíamos. Así que a hacer un par de horas sufriendo el aire y frío de la mañana durante la primera parte del recorrido, salí a las ocho y media para aprovechar que amanece más temprano, y sin embargo disfrutando la vuelta con el aire de espalda y una mejor temperatura. Por cierto, el día antes me había llegado el freno y fue ponerlo y la bici de nuevo lista.
No quiero acabar sin hablar de lo que está ocurriendo en Ucrania. En mi opinión es la tercera guerra mundial, en la que estamos participando de una forma indirecta y sin que nos salpique la sangre. Las únicas repercusiones que tenemos, de momento, son las económicas, que ya son muchas, y las otras se las hemos dejado a un país que Rusia, o mejor dicho su gobierno se ha empeñado en destruir para demostrar al mundo de que son capaces y a qué atenernos. Y sí, hablo del gobierno, que es en realidad una dictadura aunque hasta ahora parecía que a nadie le interesaba decirlo, porque su población está desinformada o más bien engañada.
Y claro, como siempre, a río revuelto… Hasta en las situaciones de desgracia hay quienes buscan sacar provecho, y lo sacan.
