Las Cátedras de Latinidad, Gramática, Retórica, Matemáticas, Astrología, Griego, Hebrero, Música e incluso la de Cirugía, eran calificadas de «raras» por la Universidad salmantina «porque estas facultades son menos seguidas que otras o porque lo especial de sus lecturas no es tan común ni práctico en otras Escuelas» (Informe del claustro pleno universitario de 1719).
Las Humanidades eran un tipo de enseñanzas preparatorias o complementarias a las materias oficiales que la institución universitaria ofrecía por su vocación docente universal. A esto se alude en la leyenda de su escudo:
Omnium scientarum princeps Salmantica docet
El aprendizaje de las lenguas latina y griega se realizaba a partir de autores clásicos, considerados principio de autoridad y modelo a seguir. La enseñanza de la gramática se orientaba a conferir la formación latina necesaria para seguir estudios universitarios, y se realizaba con un riguroso control disciplinario. La docencia de estas materias era vocacional, al estar las cátedras poco consideradas o mal pagadas.
El aula está dedicada a Pedro Dorado Montero, prestigioso catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Salamanca en los años 1892-1919 y renovador de la ciencia jurídica en España, sobre todo en los ámbitos del Derecho Penal y Filosofía del Derecho.
