Nuestra historia empieza en 2013, cuando recién acabada la carrera de ingeniería informática, Hugo Sánchez (CEO de Xoborg Technologies) decide montar un pequeño emprendimiento como autónomo sin tener experiencia previa en el sector.
Los inicios, como todo emprendedor sabe, son duros. En este caso tuvimos la suerte de disponer de un pequeño apartamento a las afueras de Salamanca en el que iniciar la andadura. Aunque en su momento a nosotros nos parecía un lujo, no teníamos prácticamente ni calefacción en invierno porque utilizábamos un pequeño calefactor que si subíamos la temperatura demasiado saltaba la luz.
Poco a poco fuimos haciendo proyectos para clientes y explorando la posibilidad de crear nuestro propio producto de software. Llegó un momento en el que teníamos un programa que creíamos que podía comercializarse bien y ser de utilidad para las clínicas de fisioterapia de España. Este programa les permitía controlar sus citas, la agenda de pacientes, la historia clínica o la facturación, por ejemplo.
A día de hoy, ese programa se llama Archivex Clinical, y supone más del 90% de nuestro negocio y sirve no solo a este tipo de profesionales si no a todo tipo de negocios sanitarios (Médicos, Psicólogos, Podólogos, Multicentros…).En ese momento, con mucho esfuerzo fuimos captando clientes poco a poco. Mejorando el equipo añadiendo nuevos integrantes y pudiendo dar el salto a una oficina más céntrica y actual. El programa fue creciendo y el número de clientes también, ya que a día de hoy tenemos más de 1000 clínicas en toda España que trabajan con nuestro software.
Nuestro camino fue un tipo de emprendimiento que llaman Bootstrapping. O en términos de toda la vida, montar un negocio con tus recursos y en base a los beneficios que va dando tu trabajo con tus clientes.
Aunque parezca mentira en entornos tecnológicos este tipo de enfoque al crear una empresa no es el más habitual ya que se tiende a animar a los nuevos emprendedores a conseguir rondas de inversión con Business Angels e inversores profesionales, lo cual hace que tu manera de llevar el negocio y el objetivo final del mismo probablemente sea diferente.
Si algo nos gusta destacar de nuestro caso de éxito es el haber elegido quedarnos en Salamanca cuando nuestro entorno emigraba a ciudades más grandes como Madrid o Barcelona, y demostrar que, aunque no tengas grandes recursos, con esfuerzo trabajo e ilusión desde aquí también pueden crearse empresas que sean referentes en su sector a nivel nacional, y por qué no, aspirar a que pronto también lo seamos internacionalmente.
Ricardo Alonso
