Cuento mágico de Navidad (2)

- en Firmas

Una caja por allí, un plumero por allá, una escalera que estorba, un libro que cae de una estantería… Va tomando ritmo frenético, colocando por allí y por allá, con la luz tenue que viene de las lámparas, pues en la calle el sol se niega a salir.

Se sigue escuchando un tintineo que va dejando un reguero de pequeñas huellas por el suelo, dando una tenue luz al piso. Es como si alguna de sus sobrinas hubiese estado jugando con purpurina dorada.

El árbol que se erige en una esquina de la estancia, empieza a tener tonalidades blancas y plateadas.

Bolas comienzan a colgar del techo. Estrellas aparecen en las paredes, desperdigadas sin un orden concreto. Guirnaldas en las estanterías y cuencos con pequeñas delicias de chocolate.

El rincón de los cuentos está presidido por una chimenea que está continuamente ardiendo, una alfombra gordita y calentita en el suelo que invita a sentarse a escuchar lo que tiene que contar quien se siente en el sillón gris y plateado que se ha colocado al lado de la chimenea.

Un perchero que tiene a los pies un gran bolso abierto y un paragüero al lado que acoge un paraguas que termina en una cabeza de loro están colocados del otro lado del sillón.

Calcetines de diferentes tamaños y con distintos nombres cuelgan en la chimenea y también se esparcen en la pared de al lado. Rojo, verde, rojo, verde, blanco, rojo, verde… Y así continúa la sucesión de calcetines de fieltro o de lana tejidos a mano.

Una campanilla suena del otro lado de la estancia. Unos murmullos se escuchan cerca de una estantería a medias de colocar y decorar.

  • Sí, ya lo sé. Me falta la mesita al lado del sillón.

Una pequeña risa se escucha a los pies de nuestra protagonista.

En la gran cristalera que hay al lado de la puerta de entrada, pequeños copos de nieve comienzan a caer. El espumillón plateado hace de marco y pequeñas hojas marrones descansan en la repisa interna, junto con ramitas pequeñas y libros. Alguna taza con algo parecido a chocolate se sitúa cerca de los libros.

Rescata el reposapiés del almacén y lo pone delante del sillón. Unos zapatos morados con tacón quedan encima de él. La manta de estrellas grises y blancas queda colocada en el reposabrazos. La pequeña mesita que coloca del otro lado del sillón, es coronada por diminutas estrellas plateadas, una bola que tiene dentro una estampa invernal (parece una mujer mayor sentada en una escalinata dando de comer a las palomas de la plaza) y una taza que, misteriosamente, se ha llenado de cacao caliente.

  • Gracias – dice ella.

Ahora toca la decoración de las distintas puertas de la estancia. En algún lugar ha guardado un tul de color rojo que ya viene preparado para hacer grandes lazos.

Detrás de una estantería, ve un pequeño cabo de color rojo. Según se acerca a él para levantarlo del suelo, desaparece, y una risita trata de camuflarse sin mucho éxito.

Para ser la primera vez que hace lazos tan grandes, no ha quedado del todo mal. Las dos puertas que puede ver la gente cuando entran tienen en el medio un hermoso lazo rojo con destellos plateados.

El espumillón abraza la barandilla de madera de la escalera que sube al piso de arriba.

Empieza a hacer gestos raros con la nariz y parece que un estornudo se está fabricando dentro de ella.

Según está subiendo su mano para rascarse la nariz, el estornudo decide salir y un polvo dorado sale despedido por toda la estancia, haciendo que se ilumine todo por unos segundos.

Pequeños puntos dorados han quedado depositados por las estanterías, el suelo, las cajas que aún quedan en algún rincón, las escaleras.

  • Lo he puesto todo perdido. –dice mientras mueve la nariz- Pues así se queda, que no está del todo mal.

Le queda por acondicionar otro rincón de la estancia. Un rincón donde se unirán piratas modernos, con piratas antiguos y un grupo de jóvenes que luchan por no abandonar su pueblo.

Mira el rincón vacío con curiosidad. No tiene ni idea de por dónde empezar.

Continuará…

 

Autor

Doctora en Derecho y Ciencias Sociales por la UNED, Licenciada en Derecho por la USAL, Máster en Derechos Humanos y Máster en Malos Tratos y Violencia de Género por la UNED. Técnica de proyectos en prevención y sensibilización en materia de igualdad, violencia de género y sexual.