Yo di a luz, en años difíciles, a VOX en Salamanca, como un partido que se sostenía en tres apartados: defendemos valores y por ello nos tildarán de locos, somos personas con mochila que acude a trabajar y volverá a su trabajo, nos llamarán paracaidistas de la política y somos pocos, nos llamarán inconsistentes.
Queríamos la austeridad política y soñábamos con la eliminación o reconducción de las autonomías, en un Estado elefantiásico que se construía sobre diversas estructuras que generaban distorsiones y se desarrollaba con otras aún más onerosas, pasamos de un Estado centralizado, sobre él, y sin desmontarlo, se construye un Estado Autonómico y sobre este, y sin cambios, se edifica un Estado Federal, que ni está en la constitución, ni es operativo.
El PSOE defiende la república federal y no es criticado por ello ¿por qué se critica defender el ideal de una España sin autonomías o redefinidas?
Queríamos la igualdad de todas las personas y no vemos que el movimiento de la violencia de género resuelva la situación de los asesinatos en el seno familiar, más nos valdría dotar a jueces y policías de instrumentos legales, materiales y técnicos que gastar en panfletos y ganapanes que, encubiertos en asociaciones, hacen más daño que beneficio y que nos han generado un gasto millonario sin obtener el más mínimo resultado. Si tener una visión distinta de un mismo problema es un problema, quizás el problema es que no quieren que pienses en libertad y eso no es ni machista ni defender la violencia de género.
Apoyar la inmigración y su legalidad no es xenófobo, es buscar soluciones legales y no admitir la ilegalidad pacíficamente, aún practicando la caridad con el que lo precisa, no es más que comprender que las normas rigen las relaciones sociales y conforman el Estado de Derecho.
Defender la vida, la unidad de la nación, la igualdad de los ciudadanos, un Estado defensor de los servicios sociales, sanitarios, educativos del más alto nivel y eliminar gasto político y administrativo innecesario, con una administración eficiente y austera, es lo que la izquierda denomina generar odio y desmontar la democracia.
La democracia no es votar y dar de comer a unos desgarramantas, sino construir modelos de control al poder y, curiosamente, la denominada progresía es la que desde que nació la Constitución se ha dedicado a reducir los controles, eliminar los modelos de control, introducir sus sucias manos políticas en los elementos de transparencia y rigor frente al poder, eliminaron el control previo de constitucionalidad, metieron la mano en el T.C. y en el C.G.P.J., en la C.N.M., en las agencias de control y transparencia y redujeron las capacidades de la oposición de ejercer el control parlamentario hasta su práctica eliminación. Vamos, que de democracia no pueden dar lecciones.
Hablan de la derecha ladrona, pero se olvidan que ellos son los únicos que han tenido ministros en prisión por asesinatos, que han sido los únicos que han negociado el gobierno y la estabilidad parlamentaria con los terroristas, que ellos fueron condenados por ladrones e ingresaron en prisión hasta los presidentes del partido, vamos que de ética no pueden dar lecciones.
Igual que fui partera de VOX, hoy, mis diferencias por su desigual camino son evidentes; pero, a pesar de todo, me repugna ver, leer, escuchar cómo la izquierda les llama ultras, cuando ellos se encaman con personas manchadas de sangre; cómo la izquierda les llama fascistas, cuando ellos se engríen de ser comunistas; cómo les definen como intolerantes, cuando es la izquierda la que construye cordones, límites, diferencias de trato.
Ya están en el gobierno de Castilla y León, sin miedo, con esperanza y la preocupación del novato, en lugar de generar desconfianza o zozobra, dejémosles trabajar y comprobemos cuál es la realidad… el algodón no engaña, otros sí lo hicieron.
La diferencia es que la derecha no es capaz de ser agradecida con aquellos que la hicimos nacer y desdeñan su pasado, mientras que la izquierda siempre agradece los servicios prestados hasta a los asesinos a los que blanquea y promociona.