No sé qué esconde la historia de mi vida, ni tampoco de la vuestra. Sin embargo, sé que quiero vivirla, escribirla y vestirla. Vestirla en ocasiones de gala, otras informales. Pero disfrutar de cada momento que esta me regala. Sin pensar si es bueno o malo, solamente quiero despertar, abrir mis párpados y terminar el día escribiendo mi diario.
Parece un simple papel en blanco que ahora lo adorna unas cuantas frases, pero no es solo eso. Jamás encontraréis un libro tan interesante que el de vuestro interior. Allí se ocultan vuestros sentimientos, gritos mudos que nadie escucha, excepto vosotros. No opináis que solo por el hecho de sentir merece la pena vivir. Mi humilde opinión es que sí y eso pretendo transmitieron con mis palabras.
La vida nos tiene preparada nuestra propia historia, nos golpea, nos acaricia, nos confunde y nadie sabemos por qué.
Lo único que intuimos es que, las historias no son historias, si no se sienten, si no se viven o si no se cuentan.
Nunca pierdas la curiosidad de sumergirte en la narración de tu vida, a veces, es dura pero no por ello menos interesante. Porque por muchas vivencias que encuentres a lo largo de tu existencia, no hallarás ninguna tan profunda y verdadera como la tuya propia.
En muchas ocasiones hablamos de lecciones ocultas, de miedos, de un rumbo impredecible, opino que el testimonio de nuestra vida, es una lección diaria que nunca acaba.
“Hay historias inacabadas, hermosas, ocultas, pasionales.
Hay historias mudas que ensalzan los latidos de nuestro corazón.
Hay historias que nos provocan lágrimas y sonrisas.
Hay historias que no son comics, son reales y esas son las que amo yo”.
¿Por qué os cuento esto? Porque opino que es parte de nuestra fuerza, que cada uno de nosotros tenemos algo que contar e incluso especial.
¿Por qué hacer caso omiso a la realidad?
No todo es bello, ni de color de rosa y seguramente en nuestro recorrido habrá personas que hemos olvidado o queremos olvidar. No obstante, siempre he pensado que es bonito recordar.
Toda subsistencia esconde una historia, triste, alegre, fea, bonita, pero aun con las encrucijadas de los obstáculos de la vida, es hermosa.
«No tengáis miedo a escribirla, y recordad que un destino inesperado puede ser vuestra felicidad”..