Nos hacía falta un fin de semana distinto. Después de 17 días sin descansar, el viernes por la tarde pusimos rumbo a Asturias para recorrer la zona, ver sitios nuevos que en anteriores ocasiones no había dado tiempo y desconectar del trabajo.
Y sí, he de decir que desconectamos como hacía mucho. No hubo ninguna llamada inoportuna y desde por la mañana a la noche paseando, haciendo visitas turísticas y sobre todo comiendo pero que muy bien.
Ha sido una ruta turístico-gastronómica en toda regla. Nada más llegar a cenar y los dos días siguientes comiendo a lo bruto y bien. Los que hayáis estado por allí sabéis a que me refiero porque eso de que en los sitios te pongan la cazuela para que te sirvas lo que quieras no sé ve en todos los sitios.
Así que disfrutando del fin de semana, en el que solo hubo una parada para visitar a la familia que tengo por allí y es que una tía mía había cumplido esa semana 95 años y que menos que ir a verla un ratito. El domingo llegamos a casa cansados pero contentos por cómo nos habían dado de sí los días y todo lo que habíamos podido hacer. Además con un tiempo buenísimo, excepto un rato el sábado, pero ya tarde, en el que llovió bastante. De todas formas estábamos de vuelta hacia el hotel donde teníamos previsto cenar y no nos supuso ningún contratiempo.
Había llevado la ropa de correr por si el domingo por la mañana me daba por ello y salía a hacer un recorrido distinto a los habituales de secano. Y sí, con tanto comer tenía hasta cargo de conciencia y cuando me desperté me animé a dar una vuelta por los alrededores de la localidad donde estábamos hospedados.
Cómo no conocía el sitio, a pesar de que sabía que había bonitas rutas por el monte, no me compliqué y por una carretera local con poco transito hice media hora en cada sentido. De todas formas tampoco faltaron las cuestas porque en esa zona lo único llano que debe haber son los campos de futbol y poco más, así que para arriba y para abajo todo el recorrido.
Disfrutando de los paisajes y de lo verde que estaba todo, aunque eso suponga humedad y el sudar más de lo normal. A la vuelta foto de recuerdo en el cartel de la entrada al pueblo, una buena ducha y a desayunar bien, sabiendo que al menos en esa ocasión me lo había ganado con creces.
Y después de un fin de semana distinto de nuevo a la tarea y la normalidad que el próximo fin de semana volvemos a tener actividades en el teatro y clasificaciones de pista al aire libre para la escuela de atletismo, en la que en estas últimas semanas además hemos hecho varias incorporaciones nuevas porque así me lo habían pedido y en lo que pueda no me gusta dejar a los niños sin practicar un deporte que les guste. Así que ya son 45 los integrantes del equipo.
También ha habido novedades en el grupo de iniciación a la carrera y es que estamos repartiendo las camisetas que hemos hecho para nosotros y para todo aquel que quiera correr con unos mismos colores. Cuando estén repartidas todas haremos una foto oficial.
Por cierto, para acabar. Hace unas semanas comencé a ver la película «Todo a la vez y en todas partes» de la que se estaba hablando tanto y digo comencé porque es lo que hice, comenzar, ya que me pareció malísima y un rollo y no la pude acabar. Ahora va y se lleva siete Óscar, en fin, voy a tener que hacer algún cursillo para entender las películas.
