Hacía tiempo que no pasaba un fin de semana tan tranquilo, o casi, sin más actividad laboral que el domingo estar a cargo del teatro donde había actuación pero que ha sido tan buena que me ha hecho olvidar por un rato que estaba trabajando. La obra se llama «La loca historia de la literatura´ del grupo de Teatro de Poniente y si tenéis posibilidad de verla hacedlo porque merece la pena, muy buena.
Pues lo dicho, tocaba teatro el domingo, pero el sábado totalmente libre y el domingo a mediodía hasta nos dio tiempo a un paseo y tomar algo en una terraza donde además coincidimos con un par de grupos de ciclistas que acababan ruta. Los Ciclocerveceros, en el que están unos cuantos conocidos, entre ellos dos padres de niñas de la escuela de atletismo (a Ana le hace mucha gracia el nombre cada vez que los ve) y mis compañeros del club ciclista Alba de Tormes. Por si fuera poco acababa ruta de bici también mi hermano Jose Andrés y al verlo pasar le llamé para que se tomara algo con nosotros. Vamos que al final todo estuvo vinculado con la bici.
Y sobre ella, la bici, sigo hablando porque el sábado tocó rutita de MTB por caminos hasta Pedraza de Alba y vuelta, alargando un poco el recorrido porque el aire a favor me traía más deprisa que a la ida y quería hacer dos horas de recorrido, como así fue. Me encontré por la zona de Valdecarros con ese campo de color espectacular y no pude dejar pasar el momento para hacer la foto que aparece en el artículo.
En la salida tenía que probar la altura del sillín porque la semana pasada lo bajé un centímetro para ir más cómodo. Llevaba mucho tiempo queriéndolo hacer pero la tija se había quedado literalmente pegada al cuadro y tras varios intentos anteriores había decidido no tocarlo porque podía estropear el cuadro al ser de carbono. Pero esta vez me decidí porque no terminaba de ir cómodo y el domingo de la semana pasada por la tarde dediqué más de una hora a sacar poco a poco la tija (tubo que sujeta el sillín y que entra en el cuadro) a base de golpes porque el liquido afloja todo no hacía absolutamente nada.
Por eso mismo había ido posponiendo el momento de hacerlo, porque tenía que ser a base de golpes y el problema era que se podía dañar el cuadro. Al final y después de mucho sudor salió, lijé la tija, la engrasé con un producto especial para ello y lo mismo hice con la parte interior donde encaja en el cuadro. Ahora sí, parece que todo está en orden, se puede regular la altura perfectamente y además aproveché a cambiar un par de tornillos que por el uso tenían la cabeza un poco `pasada´, antes de que me dieran algún problema.
La falta de tiempo es lo que tiene, que el mantenimiento de la bici lo tengo un poco dejado y es algo que hay que llevar al día. De momento a disfrutar de la bici y ese centímetro que he bajado la altura (el mismo que subió en altura el sillín nuevo y también el anterior y por eso es que llevaba mucho tiempo necesitando la modificación) seguro que me hace pedalear más a gusto, no más rápido, no nos engañemos, pero si mejor.
Por cierto, el domingo también me dio tiempo para salir a correr a media mañana y así estar este lunes más despreocupado porque además ese día Tobi, el perro que fue durante 10 años fiel compañero de mi madre y que ahora cuidamos entre mi hermano Jose Andrés y nosotros, tenía una pequeña intervención y había que estar pendiente de él. Cómo digo muchas veces y no exagero en absoluto, es de lo mejor que nos ha dejado mi madre y además se nota lo sociable que se había vuelto con ella. Un perro que adoptamos de una protectora y que no puede ser más cariñoso y fiel. Y es cierto que lo hablamos con más gente y los perros adoptados por algún motivo, cómo si se dieran cuenta de las cosas, son agradecidos a más no poder. Como será que a Ana no le gustaban los perros y ahora le cuesta separarse de él cuando mi hermano viene de trabajar por las noches y se lo lleva a su casa.
El domingo tuvo lugar el cross de Malpartida. Algunos conocidos lo han hecho y hablan muy bien de la organización y del recorrido, o recorridos porque había corto de 6 kilómetros y largo con 12. Por el teatro no pude inscribirme, pero en la próxima edición amenazo con asistir si no me coincide con nada. Además la zona la conozco de haberla recorrido en bici con el club de Peñaranda y me gusta mucho.