Violeta puede ser el nombre de una flor.
Violeta también puede ser nombre de mujer.
Violeta o morado es el color bandera del movimiento feminista desde hace muchos años. Hay historia detrás del uso de este color.
Violeta también se emplea para denominar a los puntos de información sobre violencia sexual en las fiestas, festivales, …
El sábado 19 de agosto, por cuarto año consecutivo (la pandemia nos ha quitado dos posibilidades) he tenido la suerte de participar en el Punto Violeta que la asociación Amdeve de Béjar instala, desde el 2018, en el Abejarock (festival de rock solidario en Béjar) a petición de la organización.
En estos cuatro años, afortunadamente, sólo hemos tenido que actuar una vez y el trabajo junto con el equipo de seguridad del recinto y los cuerpos de seguridad siempre ha sido excelente.
Un festival donde se ven a familias que acuden a escuchar a los diversos grupos; personas que se pasan, tímidas al principio, pero más lanzadas según avanza la tarde-noche, a pedir información, a darnos las gracias y la enhorabuena, pero también a contribuir con sus aportaciones solidarias a la causa.
Hay ocasiones que tienes que hacer auténtica pedagogía para explicar qué es el feminismo, cuál es el motivo de estar allí, en qué consiste nuestro trabajo, por qué es necesario… Pero llegada determinada hora, esa pedagogía, por mucho que trates de explicarla con fórmulas de andar por casa, cae en saco roto porque no está el cerebro para ello.
Lo cierto es que este festival que se celebra en la localidad de Béjar, siempre ha sido muy respetuoso con el Punto Violeta. Incluso muchos de los grupos que han pasado por él nos han mencionado y han dado valor a nuestro trabajo. Desde estas líneas, mi agradecimiento a Alberto y Fer por su implicación y por siempre escuchar nuestras sugerencias.
Nuestro Punto Violeta, al igual que AMDEVE, sigue informando sobre la necesidad de tener un trato respetuoso hacia las mujeres en cualquier contexto y situación, además de tratar de concienciar a toda persona que se pase de que es importante la implicación de toda la sociedad para conseguirlo.
AMDEVE es una entidad pequeña, feminista, del medio rural, que lleva más de 30 años dando la “matraca” con esto de la igualdad, tratando de concienciar a la población bejarana y de los alrededores, en concreto, de la importancia de dar un paso al frente en contra de la violencia machista.
Cuatro locas (no en el sentido literal del número) que se lanzan a las calles los 8 de marzo y los 25 de noviembre para alzar la voz porque aún queda mucho por conseguir (a las pruebas nos remitimos). Ésas son las fechas claves, pero después, de forma menos escandalosa, quizás, a lo largo del añose apoya a mujeres que sufren violencia, se acompaña psicológicamente, se ofrecen actividades emancipadoras y de autocuidado, se convocan concentraciones como acto de repulsa.
Esto es lo que sucedió ayer. Porque de pronto, sentimos que la violencia de género había tocado muy cerca.
Charo fue asesinada en una calle de la localidad bejarana. Un hombre había decidido que él tenía el poder para disponer de la vida de Charo en cualquier momento. Y había optado que ayer, 30 de agosto, era el momento de acabar con su vida.
En una convocatoria precipitada a las 20.00 de la tarde, la sociedad bejarana respondió, prácticamente en masa, y mostró su apoyo a la familia de Charo. Pero, también quiero entender que quería demostrar su repulsa y su posición clara contra la violencia de género, contra la violencia que sufrimos las mujeres sólo por ser mujeres.
Hay personas que piensan que no son necesarios los Puntos Violetas. Hay personas que entienden que los minutos de silencio contra la violencia de género no sirven para nada. Hay personas que se apartan ante una pancarta porque reza “violencia de género” y ellas están en contra de todos los tipos de violencia, sin distinción. Hay personas que aún no tienen claro que la violencia sí tiene género, que ese género es el femenino, que los datos están ahí y no engañan, como pueden engañar imágenes manipuladas y discursos de perdón que no son tales.
Como se decía ayer en el manifiesto leído en la Plaza Mayor de Béjar: no nos podemos poner de perfil, es el momento del compromiso como sociedad y a nivel individual contra la violencia de género.
¿Qué vas a hacer tú?