Edificio de principios del siglo XVI de estilo plateresco, edificado por Juan de Álava y llamado así por las calaveras (en Salamanca, muertes) que la decoran.
Fachada en Piedra Franca de Villamayor, con ornamentación plateresca. Las puertas y las ventanas están ornamentadas con finas labores y luce en la fachada, medallón y efigie de D. Alonso de Fonseca (unos de los mecenas de Juan de Álava) otros medallones, escudos y relieves, así como las calaveras labradas en las ménsulas. Esta mansión fue construida en el Siglo XVI por Diego de Siloé.
Probablemente porque se pensaba que las calaveras eran de mal agüero y nadie quería comprar el edificio, se convirtieron en esferas, y en la restauración que, en 1963, se hizo del edificio, por entonces en estado de abandono, éstas se volvieron a labrar, probablemente en tamaño menor que el original.
La Casa de las Muertes tiene 760 m2 construidos, e incluye 10 habitaciones, nueve baños, terraza, varios salones, cuarto de plancha, sala de juegos y hasta una capilla propia. También incluye un patio ajardinado de 170 m2 que incluye una pequeña piscina cubierta. El espacio se reparte entre cuatro plantas (una de ellas bajo rasante y con unos 190 m2 por planta).
Leyendas de la vivienda más misteriosa de Salamanca
En la calle Bordadores, concretamente en el número 6, se encuentra esta casa reconocida dentro de la historia de la ciudad por la inmensidad de leyendas que la rodean.
Quizá sea uno de los edificios más misteriosos de la ciudad, pero ¿a qué se debe tal enigma? Una serie de leyendas envuelven al inmueble y para conocerlas hemos de situarnos en el siglo XV.
Rodeada de leyendas, la Casa de las Muertes se encuentra en el numero 6 de la calle Bordadores y fue construida a principios del siglo XVI por Juan de Álava; en la actualidad es de propiedad privada. Como hemos dicho, fue diseñada por Juan de Álava, el mismo arquitecto que diseñó la Catedral Nueva y la capilla de la Universidad. La Casa de las Muertes es de estilo plateresco, tiene más de 500 años y está ubicado en pleno casco antiguo de la ciudad.
El nombre de esta casa responde a una mezcla entre historia y oscuras leyendas populares. Asimismo, en la fachada de la casa se observan cuatro calaveras talladas en piedra que aparecen situadas bajo los pedestales de las dos ventanas superiores. Esta característica ornamental unida a un asesinato de cuatro habitantes a principios del siglo XIX le dio el nombre con el que se la conoce actualmente de “Casa de las Muertes”.
El inmueble ha sido catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y debe su nombre a una mezcla entre historia y leyenda. Por un lado, su apodo responde a las cuatro calaveras de piedra de su fachada renacentista y a cuatro extrañas muertes que se produjeron en el inmueble supuestamente a principios del siglo XIX.
Otras leyendas cuentan que al iniciarse su construcción se encontraron cuatro cadáveres en los cimientos, que bien podrían ser los hermanos Manzano decapitados por doña María la Brava; otra leyenda, cuenta que en el sótano de esta casa se dio muerte a la familia de un sacerdote; otra, que el nombre viene por los cráneos labrados en las ventanas.
Doña Mencía, una jovencísima muchacha dulce y tímida. Don Diego, otro joven caballero con un carácter noble cae perdidamente enamorado de la joven. Ambos se casan y el matrimonio comienza a vivir en la mansión.
Don Diego marcha a la guerra y Doña Mencía aprovecha la ausencia de su marido para buscar consuelo en brazos de otros hombres. Tras el regreso del hombre de la casa a la ciudad las habladurías de la gente no tardan en llegar a sus oídos. Don Diego, dispuesto a vengar su honor finge la ausencia de la casa para poder llevar a cabo su venganza.
Los amantes de Doña Mencia comienzan a aparecer muertos a los pies del balcón de la vivienda sin que nadie pueda oír ni ver nada. En el combate con el tercer amante, Don Diego acaba malherido y aún así tiene fuerzas para presentarse frente a su mujer, quien no da crédito ante tales acontecimientos. Don Diego la agarra con furia del cuello hasta acabar por ahogar. A la mañana siguiente los vecinos descubren el cadáver de los amantes y de Don Diego y Doña Mencía. Lo que lleva a que la casa comience a ser conocida como “Casa de las Muertes”.
Hablan otras gentes, de que el domicilio toma este nombre de las cuatro calaveras de piedra que decoran su fachada de estilo renacentista. Estas fueron borradas posteriormente de la fachada y a quien dice que se eliminaron en una intención de limpiar la imagen de la casa.
Desde el comienzo de su historia la casa a pasado por diferentes reformas e incluso algunos periódicos de la época llegaron a hablar del posible derribo de la casa. Se cuenta que en el siglo XIX una inquilina fue asesinada en condiciones misteriosas y que nunca llegó a darse cuenta de quien había sido el asesino. De igual manera se
escucha que la familia de un sacerdote que también habitó en la mansión fue arrojada al mismo pozo de la propia casa.
Durante muchos años la conocida “Casa de las muertes” estuvo cerrada y sin que nadie se atreviera a habitar la vivienda.
Actualmente, sus dueños la ponen en venta por la friolera de 3 millones de euros, según el portal Idealista. La vivienda más cara de la ciudad de Salamanca, que según informa en anuncio cuenta con 760 m2 construidos.
¿Se atreverá alguien a romper con la fama del inmueble?