María de Aragón (1396 – 8 de febrero de 1445), era hija de Fernando de Antequera (Fernando I de Aragón), quien antes de lograr ser rey de Aragón había sido regente de Castilla durrante la minoria de su sobrino Juan II de 1406 a 1412. Desde el trono de Aragón buscó obtener matrimonios ventajosos para sus hijos.
El 4 de agosto de 1420 se casó con Juan II de manera precipitada debido al Golpe de Tordesillas realizado por el hermano de María, el infante Enrique, quien obligó al rey y a su hermana a adelantar los planes de boda por motivos políticos.
María fue gobernadora de Salamanca de 1440 a 1445, durante estos años la ciudad, al igual que el resto del reino, se encontraba enfrentada entre los partidarios y detractores de Álvaro de Luna, principal consejero del rey. Estos enfrentamientos causaron graves disturbios y, para tratar de aplacarlos, el rey cedió el gobierno de la ciudad a su esposa. Esta trató de mediar entre ambos bandos, pero su prematura muerte frustró sus esfuerzos.
En estas luchas, Alvaro de Luna encontró unos importantes adversarios en los primos del rey, los infantes de Aragón, hermanos de doña María de Aragón, que apoyó a sus hermanos frente al favorito de su marido.
