El aviso de la Mariseca

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La Mariseca Salamanca

Salamanca, la ciudad dorada como el sol y los sueños, cumple todo los años una tradición tan misteriosa como bonita por su significación: la colocación de La Mariseca.

Cada 25 de julio, el anuncio de las Ferias, que la ciudad celebrará en septiembre, se corona con un toro de hojalata y la bandera española en lo alto de la espadaña del Ayuntamiento.

Mes y medio antes de las fiestas, cuarenta y cinco días y cuarenta y cinco noches antes de las Ferias, ya tenemos a La Mariseca ondeando en lo alto de la Plaza Mayor, diciendo a los cuatro vientos, y a quien la quiera mirar, que aunque ahora no haya fiestas y hasta puede que ni ganas de tenerlas, los días de las Ferias llegarán.

La documentación histórica más antigua que se conserva acerca de La Mariseca se remonta al año 1455. Siempre se llamó Mariseca, un nombre de origen desconocido con ciertas resonancias a chufla festiva.

No siempre tuvo forma de Toro. Nuestro toro de hojalata nació en 1840. Antes, dice Villar y Macías, la Mariseca tuvo «forma de ridículo maniquí”. Pero aún con sus aspectos diferentes siempre sirvió para anunciar festejos.

La Mariseca, contra viento y marea, señala las ferias que vendrán. Nos enseña desde pequeños a esperarlas, a alimentar la ilusión, a esperar lo mejor. Quizá sea éste el legado de nuestros antepasados.

Desde siempre la Mariseca ha comunicado a los charros un aviso importante. Cada vez que pasamos por la Plaza y alzamos la vista al cielo desde nuestros días difíciles, desde nuestros problemas sin resolver, la Mariseca presagia días alegres y mejores.

No importa nada que las Ferias no sean lo que eran, que no nos emocionen ya el Pulpo, los Coches Chocones, la Noria ni las manzanas de caramelo. Lo importante es que cada año, el 25 de julio, en lo más alto de la Plaza Mayor, dorada como el sol y los sueños, colocamos La Mariseca, como nos enseñaron nuestros ancestros, para esperar como ellos las fiestas, para esperar lo mejor, para desplegar la ilusión y no perder nunca la esperanza de días mejores.

Autor

Escritora. Licenciada en Derecho. Licenciada en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada.