El estrés en la infancia altera los sistemas de recompensa del cerebro

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El estrés en la infancia puede tener un gran impacto en el desarrollo del cerebro y en la salud mental a largo plazo. Una de las formas en que el estrés puede afectar el cerebro es a través de la alteración de los sistemas de recompensa, que son responsables de la motivación, el aprendizaje y la toma de decisiones.

¿Qué son los sistemas de recompensa?

Los sistemas de recompensa son un conjunto de estructuras cerebrales que trabajan juntas para regular la motivación, el aprendizaje y la toma de decisiones. El sistema de recompensa más conocido es el circuito de la dopamina, que se activa cuando se experimenta placer o se espera una recompensa. La dopamina es un neurotransmisor que se libera en el cerebro en respuesta a estímulos placenteros, como la comida, el sexo y las drogas.

El circuito de la dopamina está formado por varias estructuras cerebrales, incluyendo el núcleo accumbens, la amígdala y la corteza prefrontal. Estas estructuras trabajan juntas para producir sensaciones de placer y reforzar comportamientos que se asocian con recompensas.

¿Cómo afecta el estrés a los sistemas de recompensa?

El estrés en la infancia puede tener un gran impacto en el desarrollo del cerebro, incluyendo los sistemas de recompensa. Los estudios han demostrado que el estrés crónico en la infancia puede afectar la forma en que se desarrollan estas estructuras y cómo funcionan en el futuro.

Una de las formas en que el estrés puede afectar los sistemas de recompensa es a través de la alteración de la sensibilidad a la dopamina. Los estudios en animales han demostrado que el estrés crónico en la infancia puede disminuir la sensibilidad de los receptores de dopamina en el circuito de la recompensa, lo que puede hacer que sea más difícil experimentar placer y satisfacción.

Además, el estrés crónico en la infancia también puede afectar la forma en que se activa el circuito de la dopamina en respuesta a las recompensas. Los estudios en animales han demostrado que el estrés crónico puede disminuir la liberación de dopamina en el circuito de la recompensa en respuesta a las recompensas, lo que puede hacer que sea más difícil aprender de las experiencias y tomar decisiones informadas.

El estrés crónico en la infancia también puede afectar la forma en que se desarrollan otras estructuras cerebrales involucradas en los sistemas de recompensa, como la amígdala y la corteza prefrontal. La amígdala es responsable de procesar emociones como el miedo y la ansiedad, y puede ser hiperactiva en respuesta al estrés crónico en la infancia. La corteza prefrontal, por otro lado, es responsable de la toma de decisiones y la regulación emocional, y puede ser menos activa en respuesta al estrés crónico.

¿Cuáles son las consecuencias de la alteración de los sistemas de recompensa?

La alteración de los sistemas de recompensa puede tener un gran impacto en la salud mental y el bienestar a largo plazo. La disminución de la sensibilidad a la dopamina puede hacer que sea más difícil experimentar placer y satisfacción, lo que puede aumentar el riesgo de depresión y ansiedad. Además, la disminución de la liberación de dopamina en respuesta a las recompensas puede hacer que sea más difícil aprender de las experiencias y tomar decisiones informadas, lo que puede afectar la toma de decisiones y la motivación.

La hiperactividad de la amígdala en respuesta al estrés crónico también puede aumentar el riesgo de problemas de salud mental, como la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). La disminución de la actividad de la corteza prefrontal también puede afectar la toma de decisiones y la regulación emocional, lo que puede aumentar el riesgo de comportamientos impulsivos y problemas de control de los impulsos.

Además de los problemas de salud mental, la alteración de los sistemas de recompensa también puede tener un impacto en la salud física. Los estudios han demostrado que la disminución de la sensibilidad a la dopamina puede aumentar el riesgo de adicción a sustancias y comportamientos adictivos, como el juego y las compras compulsivas.

¿Cómo se pueden prevenir o tratar los efectos del estrés en los sistemas de recompensa?

La prevención y el tratamiento del estrés en la infancia pueden tener un impacto positivo en los sistemas de recompensa y en la salud mental a largo plazo. Algunas medidas que pueden ayudar incluyen:

  1. Proporcionar un ambiente seguro y estable: Los niños que viven en ambientes estables y seguros tienen menos probabilidades de experimentar estrés crónico.
  2. Fomentar relaciones seguras y afectuosas: Las relaciones seguras y afectuosas con los cuidadores pueden ayudar a reducir el estrés en la infancia.
  3. Proporcionar apoyo emocional: Los niños que reciben apoyo emocional de sus cuidadores tienen menos probabilidades de experimentar estrés crónico.
  4. Promover habilidades de afrontamiento saludables: Enseñar a los niños habilidades de afrontamiento saludables, como la meditación y la relajación, puede ayudar a reducir el estrés y prevenir la alteración de los sistemas de recompensa.
  5. Buscar ayuda profesional: En casos de estrés crónico y trauma, buscar ayuda profesional puede ser beneficioso para prevenir o tratar los efectos en los sistemas de recompensa y la salud mental a largo plazo.

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Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.