La psicología de los sueños

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Onirico
  • Los sueños para muchos de nosotros son un auténtico misterio, muchos de ellos a menudo crípticos o que no tienen ningún sentido cuando lo piensas al despertar. Algunos son sencillos de comprender, pero siempre queda la curiosidad, de en que se han podido basar. 

Antes de empezar con la psicología, está claro que hay muchas visiones sobre el origen o naturaleza de los sueños. Lo que está claro, es que el origen mental y abstracto se ha de separar del origen fisiológico para poder estudiarlos. Al fin y al cabo, son una serie de señales fisiológicas las que nos permiten soñar, pero el tema sobre el que soñamos tiene un origen mental.

Lo que está claro respecto a los sueños, es que muchas personas tienen la percepción de que recogen experiencias que son algo más, de lo que realmente parecen a simple vista, y que sus recuerdos no pueden recoger de forma exacta. 

No por nada Aristóteles decía que “el sueño no es sino la continuación del pensamiento durante el estado de reposo”. Estando comprobado, que mientras soñamos nuestro cerebro sigue recogiendo, procesando y agrupando información.

El Sueño Físico

El sueño como actividad tiene una funciones muy claras y verificadas. Al inducir al cuerpo hacia un estado de reposo, el mismo puede repararse y procesar la información recabada durante el día, tareas indispensables para mantener una buena salud tanto física como mental.

Lo curioso es que durante determinadas fases del sueño se desactiva parcialmente el tronco cerebral. La estructura que comunica el cerebro y el cuerpo, donde las neuronas piramidales que hay en él, se encargan de trasmitir a los miembros las órdenes de movimiento, y a través suyo se recibe una gran parte de la información de lo que ocurre en el cuerpo. Pero la cosa tampoco acaba ahí, sino que también se desactiva de manera parcial el lóbulo frontal, responsable de nuestras funciones ejecutivas. Lo cual podría explicar el cómo, mientras que seguimos recibiendo información y procesándola, la misma se vuelve incoherente y difícil de representar una vez nos despertamos e intentamos analizar lo que, cuando soñamos, nos parece tener sentido. 

El origen de los sueños como fenómeno físico viene representado sobre todo por la existencia o no del REM, un movimiento rápido de ojos. 

Cabe decir, que a nivel físico el sueño es un fenómeno muy estudiado, con fases observadas y claramente estipuladas. Que se pueden aplicar a la mayoría de la gente.

Etapa 1 – De la vigilia al sueño: Etapa normalmente corta en adultos sanos, donde pasamos de ondas alfa a ondas theta propias del sueño NREM. Los latidos cardiacos se enlentecen.

Etapa 2 – Inicio del sueño: La etapa del inicio del sueño, ocupa alrededor del 50% del tiempo de sueño, caracterizada por ondas con mayor frecuencia que las theta. El tono muscular se debilita, mientras que se eleva el umbral del despertar. 

Etapa 3 y 4 – Sueño profundo: Aparecen las ondas delta, más lentas que las theta, mientras que tanto el tono muscular, como la frecuencia cardiaca y la respiración disminuyen. Es durante esta fase, sobre la que se construyen los sueños, los episodios de terror nocturno o el sonambulismo.

La fase de sueño REM ocupa aproximadamente un 20% del tiempo de sueño de un adulto. Dándose después de las etapas mencionadas, que se irán repitiendo cíclicamente según pasa la noche. 

Se ha descubierto desde hace tiempo una relación entre los sueños REM y NREM con ciertas características de los sueños, que nos pueden ayudar a entender la relación fisiológica que se tiene con la actividad de soñar. 

  • REM: Los sueños que se suelen reportar al despertarse en la fase REM suelen ser más largos y nítidos, raros, estrafalarios, menos relacionados con la vida normal de los que narran y sobre todo, más cargados emocionalmente
  • NREM: Los sueños NREM, por otro lado, incluyen más representaciones sobre las preocupaciones cotidianas. Representándose más como pensamientos que como imágenes. 

El sueño Psicológico

A nivel psicológico, podría llegar a decir que cada escuela tiene una visión sobre los orígenes mentales del sueño y su relevancia para nuestra vida. 

Algunos sugieren que el sueño tiene una labor de entrenamiento, que nos ayuda a afrontar situaciones temidas por nuestra especie. Como si fuera una especie de espacio abstracto, a través del cual, por la gracia de nuestra evolución, somos capaces de ponernos en situaciones peliagudas para entrenar a nuestra mente sobre el cómo reaccionar. 

Muchos consideran, también, que el sueño ininterrumpido ayuda al establecimiento de la memoria a largo plazo, debido a la ingente cantidad de información que se procesa mientras se sueña. 

Como objetivo de no extender mucho el artículo, y darle un toque más interesante. Analizaremos la percepción que tiene la escuela del psicoanálisis sobre el origen e importancia de los sueños. A pesar de que no sea muy bien vista por la mayoría de escuelas. 

Freud

Como siempre, es costumbre empezar por el principio, por lo que, ¿Quién mejor que el padre del psicoanálisis y la psicología moderna, para explicarnos lo que es un sueño?. 

Para Freud, los sueños eran la vía hacia los secretos del inconsciente. Siendo un estado tal, que las defensas del ego se reducen drásticamente, dejando vía libre para que los impulsos reprimidos salgan hacia la consciencia en forma de sueños. Considerados como representaciones abstractas, mayormente gráficas o pictóricas de tales impulsos. 

Freud establece un método para analizar los sueños basado en la asociación guiada de ideas. Donde, a través de unas preguntas pertinentes, el paciente debía lanzar ideas de manera constante, hasta que descubriera las similitudes con el sueño. 

Por otro lado, también se hace la distinción entre 2 tipos de contenidos presentes en los sueños, que la escuela del psicoanálisis todavía utiliza.  

  • Contenido Manifiesto: Como su propio nombre indica, son los sucesos e historia tal y como se vivió durante el sueño. Lo que se ve a simple vista, normalmente basado en experiencias cotidianas y deseos reprimidos. Se corresponde a la parte simbólica del sueño
  • Contenido Latente: En el contenido latente se encuentra el verdadero significado del sueño, que se destila a través del análisis del contenido manifiesto. En este tipo de contenido, es donde se concentra la labor del psicoanalista. 

Freud consideraba que a través del estudio de lo latente, se pueden descubrir los estímulos que provocan el sueño, al igual que la procedencia del material anímico, el sentido de lo soñado, y las consecuentes razones para su olvido. Lo que está claro, es que para él, todos los sueños, incluso pesadillas, representaban la realización de un deseo determinado por parte del soñador, lo que los hacía a todos interpretables y con un sentido oculto.

Es bien sabido, que el padre del psicoanálisis tenía una gran fijación en la infancia. De este modo, consideraba que la mayoría de los sueños que tenemos como adultos, se relacionan a deseos, traumas o recuerdos pertenecientes a esa fase de desarrollo. 

Jung

La idea jungiana sobre los sueños, tiene como piedra angular la idea de “compensación”. Esto quiere decir que una persona extremadamente optimista en determinadas situaciones, tiene una mayor probabilidad de soñar con esa misma situación solo que desde un punto de vista pesimista. 

La idea de compensación está basada en la idea, de que durante el sueño se produce una homeostasis psíquica que busca compensar las direcciones de vida para bien o para mal. De este modo, el sueño tendría la función psicológica de equilibrar a la persona, y hacerle no solo reconsiderar, sino meditar sobre los hechos. 

Este tipo de sueños, se han llegado a llamar “sueños compensatorios”, que buscan mostrarle al soñador aspectos no reconocidos de su personalidad, o señalarle la necesidad de modificar el curso de acción propio. 

Antes de profundizar, cabe decir que Jung consideraba que los sueños traían mensajes desde la capa más profunda de la psique inconsciente. Capa que para el tenía un fuerte carácter transpersonal, que conectaba con todo lo que existe. De este modo, Carl Jung consideraba que nuestra parte más inconsciente era una forma de conexión etérea con el universo, a través de la cual los sueños llegaban a nosotros, como fuentes de mensajes espirituales y trascendentales. 

A raíz de esto, Jung consideraba que la vida de una persona, era el constante proceso de combinación entre diversos pares de opuestos, que obtenían su representación en los sueños. De este modo, una persona fuertemente identificada con su lado intelectual, veía el ánima emocional en los sueños, y viceversa. Esta idea se encuentra fuertemente basada en la observación cotidiana de las personas, que a lo largo de su vida oscilan constantemente respecto a opiniones y direcciones intelectuales. Nuevamente, un proceso de homeostasis psíquica.

Para finalizar, los psicoanalistas consideran que existen diversos mecanismos que empleamos durante el sueño, que nos ayudan a interpretar el mensaje. Algunos de estos son:

  • La condensación: Se configura como una representación que simboliza múltiples elementos de la cadena asociativa. Por ejemplo: Sueñas con que estás en tu casa, pero al mismo tiempo es tu salón de clases de la escuela y la casa de verano de tus padres. 
  • El desplazamiento: La intensidad del afecto, acompañado de manera original hacia una representación, se desplaza hacia otra de menor intensidad. Por ejemplo: Sueñas de repente con una chica que no ves en años llamada Lucia-na, pero la representación original de la cadena asociativa iba dirigida a tu pareja actual Lucia, con quien actualmente tienes un desencuentro. De este modo, desplazas el afecto a una representación de menor intensidad
  • Elaboración secundaria: Se construye como un mecanismo para recubrir las lagunas del sueño. La propia psique busca recubrirlas con otros sucesos de días pasados, o fantasías, para darle al sueño una mayor coherencia narrativa. 

Links de interés:

Ciclo del sueño y mundo onírico

Depresión y Ansiedad, las enfermedades de España

 

Autor

Grado de Publicidad y Relaciones Publicas en la Universidad Pontificia de Salamanca.