Nuestra función como seres humanos racionales es intentar paliar el dolor en cuanto nos sentimos mal. Por ello, la industria farmacéutica ha lanzado varios productos cuya finalidad es esa, entre ellos, y probablemente, el más popular, está el ibuprofeno. Según la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), más de ocho millones de españoles consumen dosis diarias (mayores a las recomendadas) de ibuprofeno Este medicamento posee propiedades antiinflamatorias y se utiliza para acabar con los dolores de cabeza, los pre menstruales, los dolores en articulaciones o musculares, etc. Debido a su versatilidad, la población lo devora con frecuencia. Lo cierto es que su uso se ha disparado, así que hoy explicaremos cuáles son los efectos que puede provocar el consumo abusivo de este medicamento.
Los daños se producen de forma paulatina. La primera señal está ligada directamente con el aparato digestivo. En poco tiempo aparecen problemas de gastritis, que pueden derivar en úlceras. Además, el uso abusivo de este fármaco también acarrea otros problemas como estreñimiento o diarrea. Los vómitos y la distensión abdominal son otros efectos negativos. Llegados a este punto es crucial acudir a un médico especialista.
A medio plazo, la cuestión se extiende a los riñones y al corazón. El ibuprofeno posee la capacidad de favorecer la fluidez en la sangre, lo que explica por qué el ácido acetilsalicílico se utiliza en pequeñas cantidades para prevenir el infarto. Cuando se eleva la dosis de una sustancia con tales efectos y la toma se realiza de manera continuada, parece lógico el hecho de que se produzca un infarto o una trombosis por la rotura de un vaso sanguíneo.
También puede dañar gravemente el hígado, que puede estar agravado si se consume alcohol de forma crónica o en pacientes polimedicados, ancianos o personas con muy poco peso.
Otro posible efecto secundario es la cefalea o grandes dolores de cabeza, que pueden derivar en un malestar crónico.
También hay que tener en cuenta que el consumo habitual del ibuprofeno junto a otra clase de medicamentos como antidepresivos, anticoagulantes, corticoides y diuréticos, puede provocar efectos secundarios muy graves.
A todo esto se suma otra serie de efectos secundarios negativos como la pirosis (sensación de quemadura que sube desde el estómago hasta la faringe, producida por la regurgitación de líquido estomacal cargado de ácido) o la anemia.
Por último, es importante hablar sobre la tolerancia al ibuprofeno. Esto supone la disminución de la respuesta de una persona a un fármaco y se produce cuando este se utiliza frecuentemente y el organismo se adapta a su continua frecuencia. Por lo general, se desarrolla como consecuencia de una aceleración en el metabolismo del medicamento
La resistencia se refiere a la capacidad de los microorganismos para resistir los efectos de un medicamento que habitualmente es eficaz contra ellos.
