Guijuelo homenajeaba ayer a uno de los suyos. Porritas de Guijuelo celebró sus 25 años de alternativa pisando de nuevo el ruedo de un coso en el que ya sabía lo que era triunfar. Tres meses de nervios, preparación y puesta a punto, tuvo ante sí un bravísimo novillo de Galache al que pudo y logró cortarle el doble trofeo. Se gustó y gustó a su público, que cariñoso lo jaleó durante toda la faena en la que hubo momentos de toreo del caro. 25 años no son nada, Porritas. Ojalá vuelvas a tener la ocasión de sentir las cosas tan bonitas que debiste sentir ayer.
Sin duda Porritas de Guijuelo fue el verdadero protagonista de la tarde, pero abrió cartel Jesulín de Ubrique. El reconocido torero gaditano pechó con un novillo de Carmen Lorenzo que se antojó algo bronco en sus embestidas, lo que hizo que su faena fuese termitente ya en la muleta. Fue ovacionado.
El malagueño Javier Conde, más que conocido por su faceta de “torero artista” dejó en el coso guijuelense un derroche de inspiración e improvisación. Sin podrese calificar como una faena “al uso”, sí tuvo sus momentos de conexión máxima con los tendidos. Con su manera tan personal de torear, logró extraer todo lo que tuvo un buen novillo de El Puerto de San Lorenzo al que cortó una oreja.
Tras la actuación de Porritas, fue el turno de El Cid. El de Salteras lidió un novillo de La Ventana del Puerto bravo y que respondió con alegría en la muleta, embistiendo repetidamente. Hubo momentos de mucha conexión entre toro y torero por ambos pitones protagonizando ambos los momentos más templados de la tarde. Tras esto, cortó una oreja.
Acartelado en el festival, se encontraba el joven novillero sin picadores de la Escuela Taurina de Salamanca, Jesús Iglesias, quien desde el principio supo meterse al público en el bolsillo recibiendo al animal por verónicas y pasando luego a ser chicuelinas. Estuvo muy dispuesto y extrajo lo que tuvo el de Carmen Lorenzo. Cortó dos orejas.
Paula Zorita
