25 cosas que no sabías de Isabel Bernardo

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En la entrevista de hoy conocemos más detalles personales de una de las escritoras salmantinas y coordinadora cultural más reconocidas actualmente, Isabel Bernardo.

¿Quién es Isabel Bernardo?

Solo una más de esas muchas mujeres que se dicen entusiastas y curiosas con lo que les rodea, además de una persona apasionada por la literatura y la cultura como punto de encuentro de gentes. Creo que soy muy crítica y exigente conmigo misma. Aunque esto no me hace singular. No he inventado cosa alguna que pueda revolucionar el mundo, ja, ja… Tan solo pequeñas conquistas personales que ayudan a mirarte con mejores ojos en los momentos de bajón.

¿A qué te dedicas?

Mayormente a escribir, estudiar sobre ciertos temas que me interesan y a poner en marcha y coordinar proyectos culturales que despierten los sentidos y abran nuevas perspectivas. Además, llevo la administración del campo. Desde muy chica, todo en mí se ha hecho dentro del mundo de la empresa y del mundo literario, así que ya son muchos años dedicada a lo mismo.

¿Por qué te pusieron ese nombre?

Aunque parezca mentira, nunca he preguntado el porqué de mi nombre a mis padres. A decir verdad, no recuerdo alguna otra Isabel entre mis ascendentes. De todos modos, acertaron. Isabel es un nombre que me gusta y con el que me siento cómoda.

¿Qué querías ser de pequeña?

Escritora, sin duda, o al menos esto he de pensar cuando regreso a aquellos cuadernos de mi memoria, ya desaparecidos, donde las letras se reaparecen perfectamente alineadas, pulcras en extremo, sin tachaduras… (siempre fui muy maniática en esto) y donde dejaba escrito todo lo que me iban dictando los sentimientos y las nubes. Fui niña de “diarios” y de pequeñas notas con frases y versos. Mi adolescencia también dejó muchos poemas que hoy rescato, para volver a aquel tiempo y llenarme de sorpresa.

¿Extrañas algo de tu niñez?

El ambientazo que había en la casa de mis abuelos maternos. Siempre lo añoraré. Y también las fantásticas noches de Reyes Magos que nos preparaban mis padres: las monedas doradas de chocolate rebosando por los zapatos, las mandarinas de caramelo y azúcar… y las tres copitas de vino dulce y polvorones que ponían en el aparador de la entrada de la casa para cuando los Magos de Oriente llegaran. Hoy en día esto puede resultar muy simple, lejano también, pero continúo sintiéndolo muy mío y no deseo renunciar a ello.

¿Qué adjetivo crees que te describe mejor?

Creo que a cierta edad es mejor no describirse porque nos vamos descubriendo en nuevos adjetivos, aunque algunos permanezcan inalterables dentro de nuestro carácter y personalidad. De momento sigo pensando que soy muy creativa y constante en el estudio y trabajo diario, lo cual me lleva a seguir aceptando proyectos y retos que me llenan de entusiasmo e ilusión.

¿Tienes algún ídolo o persona que te inspira?

Hay personas e inspiración en todas partes. Todo está en la forma que tengas de mirar a cada cual en su momento y las circunstancias. Señalar a alguien en concreto me obligaría a dejar a mucha gente fuera de lo que soy y con lo que me he ido haciendo.

¿Cuál es la lección más importante que has aprendido en la vida?

Que no somos más que nombres que pisan un espacio de tiempo que va mucho más allá de nosotros. Así que hay que intentar no desperdiciar el tiempo que ocupamos y sentirlo muy vivo.

¿Cuál es el trabajo más gratificante que has hecho?

Despertar de los malos sueños y creer que sigue mereciendo la pena mirar al sol. Con optimismo y ganas cualquier trabajo, por rutinario que sea, es gratificante.

El momento del día que más me gusta es…

Cualquiera si llega con algo que me llene de luz y emoción adentro.

¿Cuál es tu mayor manía?

El orden en casa y en mi mesa de trabajo. Soy muy cartesiana.

Si pudieras tener un súper poder, ¿cuál elegirías?

Mejor me quedo como estoy para no pegarme el costalazo. Tengo que vivir con mis propias capacidades.

¿Cuál es tu lugar favorito de Salamanca o de su provincia?

Salamanca capital sigue siendo una fascinación de filigrana, luz y evocaciones. Salamanca provincia tiene una diversidad de parajes asombrosa. Es una suerte tener tantos lugares para perderse y disfrutar.

¿Campo o ciudad?

El uno y la otra. A pesar de que hace años que vivo de forma permanente en el campo y ahora me resulta algo extraño despertar con el ruido de la ciudad. Me he acostumbrado a que por mis ventanas se cuelen los días plenos de verde y de pájaros.

Mi comida favorita es…

Cualquier plato de cuchara y la sopa de fideos que me hace mi madre cuando voy a su casa a comer. Aunque me encanta cocinar y esmerarme en la presentación de la mesa. Es una de mis pasiones.

¿Practicas algún deporte?

Practicaba. Ahora tengo mucho menos tiempo libre. Aunque de vez en cuando me tumbo en la alfombrilla de yoga para entregarme a una clase on line.

¿Qué libro has leído que debamos de leer nosotros?

La lectura debe ser un ejercicio de placer personal. Lo que importa es leer, así que cada cual decida el género y el autor. Yo me aficioné a la literatura clásica por la biblioteca de mi padre y creo que eso deja poso. Pero, repito, todo libro ha de entrar sin dolor, emocionar, distraer, hacer sentir lo que se necesita en cada momento.

¿Qué tipo de música escuchas?

Me encanta el flamenco. Para trabajar un buen repertorio de piano. Por ejemplo, de Martín Sánchez Allú, un compositor salmantino del Romanticismo español cuya música está llena de evocaciones.

Mi película favorita es…

«Lo que el viento se llevó«. (1939)

¿Ves series en la tele o plataformas digitales? ¿Cuál te ha gustado más?

Soy muy inconstante en esto, lo reconozco, y no estoy muy al día.

¿Cuál es tu prenda de ropa favorita?

Un buen vestido, blusa o conjunto de color blanco.

¿Qué país te gustaría visitar?

Egipto. Tal vez, porque siempre que me he propuesto ir, no era el mejor momento.

¿Cuántos idiomas hablas?

Con el español creo que me defiendo y con el francés e inglés me peleo para hacerme entender, sin grandes problemas. Así es como me he movido por el mundo y no me ha ido mal.

Dinos un refrán que creas ideal

«A quien das tu secreto, das tu libertad«. Lo subrayé cuando era adolescente en un libro de La Celestina que aún conservo. Es una máxima que está llena de verdad, pero muy difícil de seguir la conseja. Mayormente para un poeta. La poesía te deja lo más frágil del alma a la intemperie y los aficionados al tiro con arco -más de los que creemos- saben bien dónde apuntar la flecha.

Un consejo para hacer de este mundo un lugar mejor…

Ojalá lo tuviera, ojalá.

Bonus

Isabel Bernardo es Insignia de Plata del Casino de Salamanca. Hija Adoptiva de La Fuente de San Esteban y Embajadora de la Marca Ejército de España.

Autor

Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.