Apenas un par de horas de hacer ayer público un balance de la situación deportiva actual de los tres principales clubes de la provincia, uno de ellos, el Salamanca UDS, ponía el modo ‘work in progress’ con un comunicado en el que confirmaba haber “interpuesto en el día de hoy un acto de conciliación previo a una querella contra citado medio de comunicación por injurias y/o calumnias, cuyos términos y afirmaciones distan de la realidad y tenían el único fin de dañar al club y que, según ha quedado claro, faltan a la verdad”.
Precisamente el otro día, cuando salió la noticia y el Salamanca UDS apunto la posibilidad de acudir a los juzgados, reflejamos ese sentir de muchos aficionados de que no fuera un paso en falso, sino que se defendiera la verdad, sea del lado que sea. Quede claro que lo primero que espero es que ambas partes lleguen a un acuerdo amistoso, porque nunca dudo de ningún compañero y supongo que cuando publican una información de este tipo es porque la tienen contrastada. Otra cosa es que se cometa un error, que también puede ser, porque la Justicia tiene también múltiples vericuetos por los que tratar de llegar a un objetivo y porque en ocasiones, la premura de tiempo puede conducir a errores.
Como le dije a una persona, los periodistas hacen una labor necesaria y no exenta de dificultad. Mucho más difícil desde que hace unos años, las redes sociales se convirtieron en una especie de fiscal en el que la prensa ha perdido toda la presunción de inocencia. Cualquiera puede poner a escurrir a un periodista, insultarlo, injuriarlo, descubrir aspectos de su vida personal para sorna de unos cuentos. Y las cosas no son así, o no deberían serlo. Eso añade una presión añadida a los periodistas. Y eso hay que tenerlo en cuenta. Que no lo tengan en cuenta los descerebrados pase, pero que el resto de la gente no atendamos a esa situación sería preocupante.
El caso es que las noticias llegan por numerosos canales y, a lo mejor los medios también se equivocan. Pero eso es algo que deben ahora dilucidar los Juzgados que para eso están e igual que al Salamanca UDS le hemos criticado el constante silencio y una torpeza recurrente en su gestión, este hecho creo que viene a satisfacer la demanda de su afición. Una afición que muchas veces se ha sentido desamparada y son muchos los que no entienden que, en ocasiones, el club no se haya defendido.
Y es que si echamos la vista atrás, como decíamos en el anterior artículo, a este club o a sus dirigentes le han hecho acusaciones muy graves, imputándole delitos que luego, nunca nadie ha demostrado. Siempre he pensado que para hacer una acusación de ese tipo tienes que tener pruebas y que si tienes pruebas lo primero que tienes que hacer es ir a un juzgado, y todos ustedes saben a lo que me estoy refiriendo.
Porque todas estas informaciones por así llamarlas gratuitas, acaban haciendo mucho daño a mucha gente. En el Salamanca UDS hay trabajadores, hay patrocinadores, hay empresas colaboradoras, hay muchos aficionados detrás que sufren las consecuencias. Y estas situaciones pueden conllevar, precisamente, pérdida de patrocinadores, de abonados, dañan la imagen (que puede ser que a veces desde dentro se den un tiro en el pie, pero eso es otra cosa distinta).
Y no tiene nada que ver esto con las críticas. Las críticas son totalmente lícitas y el club y sus dirigentes, por mucho que les duela, tienen que aprender a asumirlas. Cuando se hacen las cosas mal, y en el Salamanca UDS se han hecho muchas mal, deben asumirlo y apechugar con ello, y sí, dar respuesta pública, porque es la forma de llegar también a sus aficionados. El silencio o los vetos se convierten en malos compañeros de camino. Que los pueden hacer porque es su estadio y es su equipo, pues seguro, pero que no tienen lugar y menos en 2022, sobre todo, porque hay otras formas de hacer las cosas, pues también. No se trata de contarle detalles que no se deban hacer públicos, es cuestión de atender de una manera mínimamente cordial porque, al final, los medios también están realizando su labor, nos guste o no, la entendamos o no, sean tendenciosos o no. Hay que tener las espaldas anchas y saber actuar ante esas situaciones sin que eso vaya a suponer que manden en tu casa más que tú.
El resto, por supuesto que hay muchas cosas que son privadas, pero que si un periodista se entera y lo publica, es mérito de él y el club debe afrontarlo, como lo ha hecho ahora también con el pago a una empresa que también recoge el comunicado de ayer.
Todo lo que sea verdad en este sentido, seguro que es agradecido por su sufrida afición. Como lo es escuchar hoy en redes sociales a Lozano poniendo normalidad a la situación deportiva.
Ahora, habrá que esperar si esa situación deportiva va por el buen camino y si en lo extra deportivo, el club puede cargarse de razones o, por el contrario, encajar otro revés en una ya de por sí golpeada mandíbula. Eso son ya cosas de la entidad y de sus demandados. Lo importante para la afición es otra cosa. Esperamos que esa claridad y esa respuesta siga siendo la norma de conducta en el Salamanca UDS por el bien de todos, de medios, de aficionados, de futbolistas, y que no se quede luego, como ha sucedido otras veces, en ‘agua de mayo’, en esta ocasión, ‘agua de junio’.
