Un postrero ensayo del equipo Arandino cerró el marcador en el campo de la Virgen de las Viñas… pero hasta ese momento el partido pudo caer de cualquiera de los dos lados. Partido bronco, duro y muy cerrado, condicionado por un terreno de juego embarrado, que impedía a ambos equipos desplegar su juego abierto.
Empezó anotando Aranda mediante un golpe de castigo mediada la primera parte, para ampliar la ventaja antes del descanso con un ensayo transformado. Pero aunque el marcador mostraba una ligera superioridad local, en el campo cualquiera de los dos equipos pudo adelantarse, con presión defensiva y velocidad en ataque de ambos conjuntos.
Pero la segunda mitad traería el dominio salmantino, con momentos de gran intensidad, velocidad y juego dentro de la defensa. Gracias a este dominio, aunque no se lograron ensayos, si que pudieron aprovechar dos golpes de castigo anotados por Sergio Herrero y acercar el marcador a 10-6 a falta de media hora de partido. De ahí al final, los principales protagonistas fueron el barro, los errores de ambos equipos y un juego cerrado y de delantera de ambos equipos, incapaces de lograr avanzar en el campo. Los pupilos de Pedro de Castro pudieron anotar el necesario ensayo en varias ocasiones, pero la defensa Arandina logró parar las acometidas charras. Desgraciadamente, en una
de las últimas jugadas del partido, el equipo local anotaría ése ensayo que aseguraba la victoria y quitaba el punto bonus defensivo a los visitantes.
