Cualquiera que siga la actualidad del Salamanca UDS del último lustro, tenía claro que, antes o después, Rafa Dueñas iba a tomar el mando del banquillo del primer equipo. En realidad, y, como él mismo ha manifestado, vino a Salamanca como entrenador. De hecho, no es la primera ocasión y, me temo, que, pase lo que pase, tampoco será la última, salvo causas de fuerza mayor (cambio en la propiedad o alguna cosa similar) que no tienen pinta de que se vayan a dar, al menos en un breve espacio de tiempo.
Por circunstancias (no sé si previstas o no), Rafa Dueñas asumió a su llegada casi todas las funciones de máxima responsabilidad en el club. Lovato quería alguien de confianza y Dueñas lo era y, hasta la fecha, sigue siéndolo. Su presencia como entrenador era algo que, antes o después, se iba a producir. No sé si a alguien le pilló por sorpresa, pero lo cierto es que el último partido en el Helmántico, y así lo reflejamos en Noticias Salamanca, fue bastante malo. Ahora, no fue ni más ni menos malo que muchos de los partidos de la temporada anterior (y se ascendió) y ni más ni menos que otros que la afición se ha tenido que tragar este año. Y eso que, a nivel clasificatorio, el equipo ha estado en peores situaciones este año.
Entiendo que el presidente y sus asesores (que también los tiene), pero principalmente él, pensó que era el momento adecuado antes de dar todavía más pasos en pleno mercado invernal. Ha habido salidas, ha habido entradas (se espera alguna más) y, probablemente, Lovato entendió que era un punto de inflexión para hacer un cambio en el banquillo. La primera toma de contacto ha sido positiva, pues el equipo sumaba tres puntos a domicilio en un campo difícil. Creo que no es pertinente hacer muchas otras valoraciones pues, aunque Dueñas conoce perfectamente a la plantilla y la plantilla a él, tampoco ha tenido suficientes entrenamientos. Muchos dirán que hace tiempo que era el entrenador ‘in pectore’, pero hasta el último partido, Jehu figuraba como entrenador y es lo único que se puede confirmar hasta la fecha, así que hay que analizar su labor en el banquillo desde el cese de su compatriota.
Ahora, el Salamanca UDS cierra una página y abre de nuevo la de Dueñas. Era como una especie de comodín que el presidente se guardaba para utilizar. Su presencia no quiere decir que cambie la posición del técnico en el club. Seguirá a disposición de Lovato y será éste el que decida el puesto que ocupe, ya sea en lo deportivo o en lo administrativo. Dueñas está instalado en Salamanca y parece que no tiene intención de moverse.
Lo que importa ahora es su rendimiento a los mandos de la ‘nave’ blanquinegra. Para él es una oportunidad de demostrar su capacidad, pero lo que hay que tener claro es que el escudo está por encima de todo y de todos, así que los ambiciosos objetivos marcados al término de la anterior temporada, deben seguir intactos. De momento, el equipo está en puestos de ‘play-off’, o lo que es lo mismo, estaría en la rampa de salida para luchar por el ascenso a Primera RFEF. Conociendo a Rafa Dueñas, estoy convencido que no será él el que se eche atrás ante el reto. Otra cosa será cómo se recorrerá el camino hacia ese objetivo. Si será ‘a trompicones’ o, por el contrario, Dueñas conseguirá recuperar el mejor tono del equipo para disfrute de una afición, como mínimo, dividida en torno a su presencia.
El derbi del fin de semana, el mejor termómetro, pero de ello ya hablaremos mañana.