El Salamanca UDS y los 200, ante su gran oportunidad

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Salamanca UDS Atletico Astorga 145

Al final, por mucho que queramos o no, en el fútbol mandan los resultados. Tienen algo que hacen que perdamos hasta el criterio y que nos dejemos llevar por la pasión, seas del equipo que seas. Influyen hasta en tu forma de comportarte. Yo tengo un amigo que cuando su equipo del alma perdía, no cenaba, y estoy seguro que, como él, muchos, aunque no es mi caso pues lo de perder el apetito y servidor no casan, como ya ustedes sabrán. De hecho, soy de esos a los que se le conquista por el estómago y, como digo a veces, empiezo a preferir cantidad a calidad. Pero no sé a qué viene todo esto si queríamos hablar del partido del año para el Salamanca UDS, que este domingo visita en tierras catalanas al Sant Andreu, un equipo ‘archiconocido’ en el fútbol nacional y con mucha entidad. De hecho, nada más conocer que iba a ser el rival de los charros por el ascenso a Segunda RFEF, todo el mundo empezó a especular que si los de Molist eran favoritos, que si el grupo catalán es más potente que el castellano leonés, bla, bla, bla

Da igual todo lo que se haya hecho hasta este domingo, lo bueno y lo malo. Nada importa. Ya saben que yo, en este aspecto suelo ser bastante clarito. Si el Salamanca UDS hace lo que debe, no tiene por qué temer a ningún equipo. Y este es el momento propicio para que los futbolistas demuestren la pasta de la que están hechos. No creo que a jugadores como Diego Benito, Amaro, Pablo de Castro, Javi Navas, Peli, Alvarito, Jon Villanueva, etc., etc., etc., le vayan a temblar las piernas. Es su momento, en el que deben sacar el capote y torear, si me permiten el símil taurino. Porque a lo largo de la temporada (y no sólo de esta), es fácil que aficionados y periodistas nos olvidemos de la trayectoria de nuestros futbolistas. La de muchos es digna de destacar y, como también he comentado varias veces, muchos de ellos no sólo  han militado en categorías superiores, sino que estoy seguro que podrían hacerlo también esta temporada sin desentonar.

Igual que hablo de los jugadores hablo del cuerpo técnico, que también sabe de sobra y tiene experiencia suficiente en estas situaciones, empezando por el mismo Jehu Chiapas, partícipe del ascenso de Tercera a Segunda B hace ahora cinco años. Sí, un momento histórico en el club y en el fútbol salmantino. Ese espíritu de Santiago, aquella confianza, debe ser el camino a seguir. Luego el partido puede correr por otros derroteros, puede pasar cualquier cosa, el rival puede ser superior o lo que ustedes quieran, pero a mí nadie me va a convencer de lo contrario: si este equipo quiere y hace lo que sabe estará muy cerca de subir.

Y, por si esto fuera poco, viajan hasta tierras catalanas con el mayor tesoro que un equipo puede tener. Su afición. Que doscientos valientes se metan entre pecho y espalda más de 800 kilómetros no es baladí sino todo lo contrario. Y no hace falta detallar cada situación: en el día, de fin de semana, pidiendo permiso en el trabajo, con gente que no conoces, en una furgoneta de alquiler, en tren, en coche, casi tantos casos como personas. Y hablamos de los que han sacado entradas a través del club, que, estoy convencido que, conociendo la ‘colonia’ charra que hay en Barcelona, serán unos cuantos los que sólo por paisanaje no perderán la oportunidad de asistir y animar a un equipo de su ciudad.

Esa es la bala que tiene que tener guardada siempre el conjunto charro. Cuando a algún jugador le pesen las piernas, cuando no sepa qué hacer con el balón, si su rival se pone por delante en el marcador, en cualquier situación adversa, en definitiva, por favor, que miren a la grada a ese grupo de fanáticos (en el mejor sentido de la palabra) y verán como sacan eso que decíamos de pequeños: fuerzas de flaqueza. A esa gente, estoy seguro que no les van a fallar a sabiendas. Si el fútbol te pone en tu sitio y tu sitio es no ascender, ajo y agua. Enhorabuena al rival y a volver a intentarlo, pero hasta ese momento hay que dar siempre el 120 por ciento, por esos doscientos y por los miles que lo estarán siguiendo en tierras charras y que, por las circunstancias que sean, no han podido desplazarse. Y ni son más ni son menos que nadie por no poder viajar. Siempre he dicho que los clubes tienen que ser sumativos y quizá este sea un buen momento para que el Salamanca UDS demuestre lo que quiere ser.

Ni retirada, ni rendición. Desayunad fuerte porque este domingo por la tarde…

Autor

Periodista y comunicador. Licenciado por la Universidad Pontificia de Salamanca.