No hay tregua: El Salamanca UDS inicia la Liga

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Los que ya tienen unos años y peinan alguna cana (o ya ni peinan), recordarán un disco de mediados de los 80 de Barricada. El famoso ‘No hay tregua’. Pues algo así sucede en el fútbol. Siempre hemos hablado de los exámenes cada siete días. Ahora es el comienzo del curso liguero en Palencia, el domingo, a las 17 horas en el Otero. Un curso nuevo, con nuevos compañeros, un aula nueva, nuevos maestros desde el principio. Es esa mezcla de miedo a lo desconocido e ilusión por lo que viene.

Lo cierto es que en Tercera RFEF, por hacer un símil, el Salamanca UDS sería el que repite. El mayor del grupo, pero un mayor reciclado, que ha cambiado las gamberradas pasadas por luchar por ser el empollón. Ese repetidor que se recicla, que aprende que el camino que llevaba era el equivocado y empieza a buscar su hueco en la nueva clase. Se junta con los nuevos compañeros, se echa una novia formal, obedece a los profesores, les pide ayuda.

Atrás queda un largo verano en el que ha habido momentos de disfrute y momentos de duda. Pero eso queda atrás. Se empieza de cero. Los resultados cosechados (que no el trabajo), en realidad no sirven, porque lo que cuenta el partido del domingo, en Palencia y ahí es donde hay que ganar. Es el domingo, y a partir del domingo, cuando hay que dar el do de pecho, cuando hay que ganar. De nada sirve haber ganado por goleada todos los encuentros de la pretemporada si luego llegas a la Liga y te arrean dos ‘bofetones’.

Hay que arrancar con fuerza, sin complejos. Lo cierto es que los palentinos han realizado una gran temporada, tienen un buen equipo, confían en un entrenador de la casa, viejo conocido de la afición salmantina, y quieren alcanzar la hegemonía del fútbol de la ciudad que ahora tiene el Cristo Atlético. Por eso serán la mejor piedra de toque para los de María, que sólo mantienen tres futbolistas de la pasada temporada.

Comienza la Liga y da igual si queda una ficha por cubrir, si el perfil es de veteranos, de jugadores sin experiencia, jóvenes, menos jóvenes, polivalentes o no. Todo eso ya da igual. Sólo vale una cosa, que es sumar y abrir un camino hacia el éxito que, en el caso del Salamanca UDS no puede ser otro que el ascenso.

El club charro lleva cuatro temporadas cuesta abajo y sin frenos y no se puede permitir más licencias. Toca recuperar el terreno perdido y que tengo le costó recorrer. Porque ahora, en la lejanía, puede parecer otra cosa, pero reflexionando fueron muchos momentos duros, experiencias, casualidades y, trabajo, lo que posibilitó la llegada a Segunda B allá por junio de 2018. Ha llovido mucho desde entonces.

Da igual si se dio buena imagen en pretemporada ante un rival de mayor categoría, si se perdió con uno de menos, si se cayó con un rival al que había que haber ganado o si se metieron más o menos goles. De verdad que ya no importa. Hay que cambiar el chip y mirar hacia el futuro.

Mirar hacia el futuro conlleva, por tanto, la unión de todos, principalmente un equipo que dé el 150 por ciento. Porque es una categoría traicionera que va a situar al equipo charro en el centro de la diana de los favoritos. Es como si por ganar a los de maría te dieran un punto más. Los equipos van a dejar el peso a los salmantinos y hay que saberlo. Hay que salir concentrado a tope sabiendo que el mínimo error te va a penalizar más que a cualquier otro equipo. Los jugadores tienen que aprender a levantarse después de una caída. Es algo fundamental para poder avanzar. La directiva tiene que ayudar mejorando los aspectos externos y colaborando con todos los estamentos. Y, por último, la afición tiene que volcarse como siempre lo hace. Lo cierto es que esto no haría falta ni decirlo porque ya ha dado muestras de su apoyo incondicional, pero tiene que hacerlo como lo está haciendo desde el primer partido, con un autobús hasta la capital palentina. Ese apoyo tiene que ser sólido. Tiene que ser crítico también y dejar la autocomplacencia a un lado. Debe saber que habrá momentos en la temporada que su papel será todavía más importante y que tienen que darle a los jugadores la fuerza que no tengan.

Arranca la Liga. Jueguen señores, jueguen.

Autor

Periodista y comunicador. Licenciado por la Universidad Pontificia de Salamanca.