Lo cierto es que la marcha del Salamanca UDS esta temporada no deja de ser un constante peregrinar por la Segunda RFEF. Después de haber logrado el ansiado ascenso, este año los objetivos han vuelto a ser ambiciosos, al menos los fijados por los responsables. Si nos ceñimos a lo numérico, el equipo charro está en un lugar aceptable, pero a un equipo que lleva ese escudo, que juega en ese Helmántico y que tiene esa afición, siempre se le va a exigir más y es ahí donde los responsables deben analizar si han sido capaces de encontrar el camino que le corresponde, y no me ciño sólo a la actual temporada.
Lo cierto es que queda prácticamente toda la segunda vuelta, que el equipo está en puestos de ‘play-off’ de ascenso y que los refuerzos que han llegado en este mercado invernal ‘prometen’. Sin embargo, esto es como ‘la mujer del César’. No basta con tener buena pinta si luego no se refleja en el terreno de juego y es algo redundante ya en el equipo. Uno mira hacia atrás y son pocos los jugadores que hayan dado un salto cualitativo a sus carreras tras pasar por el equipo charro. Es más, hay bastantes casos que han sido todo lo contrario. Por eso hay que ser bastante cautos en las ilusiones, en los análisis y en las opiniones que se vierten, porque luego llega la realidad para callarnos la boca, en uno o en otro sentido. Aun así, con este dibujo y viendo cómo está desarrollándose la temporada, todo indica que el conjunto charro tiene esa fase de ascenso al alcance de su mano a poco que haga. El tema es que da la impresión de que ahora está en esos puestos más por deméritos del resto de equipos que por méritos propios, ya que salvo una buena racha de resultados antes de llegar al término de la primera vuelta, el Salamanca UDS no ha ofrecido lo suficiente para inyectar ilusión a sus seguidores, ni para justificar los ambiciosos objetivos que apuntan, aunque aquí, como decimos, todo es reversible cada siete días.
De hecho, el club tomaba la decisión de dar nuevos aires en el banquillo hace unos días, cesando a Jehú para poner a Rafa Dueñas. Con él, el equipo arrancó con una valiosísima victoria, pero el pasado fin de semana desperdiciaba en el derbi una gran ocasión para consolidarse en la tabla clasificatoria y para demostrar verdaderamente que el giro que querían tomar empezaba a dar sus frutos. Ahora llega el Real Avilés, otro ‘hueso’. El Salamanca UDS tiene, cuanto menos. la obligación de demostrar que está a la altura de los rivales fuertes. También es momento para que los nuevos refuerzos empiecen a coger cuerpo dentro del equipo, que, supuestamente, para eso llegan.
No seré yo quien haga un juicio sumario, porque estoy totalmente convencido de que todos los que forman parte del Salamanca UDS buscan lo mejor para el equipo y para el club: jugadores, técnicos y directivos, pero tengo claro que viendo la respuesta que año tras año da la afición, merece una recompensa. Siempre lo hemos dicho que basta una pequeña chispa para que la afición se encienda. Lo hace a pesar de los sinsabores. Por eso es importante que reciban una contraprestación. Tiempo ha habido de sobra. No puede ser que temporada tras temporada, esta afición tenga que sufrir la parte más anodina y desilusionante del fútbol. Parafraseando a Luis Moya cuando Carlos Sainz caló el coche con el Mundial al alcance de la mano… “trata de arrancarlo”.