Si hay una botica emblemática en la ciudad esa es la Farmacia Ortiz de Urbina situada en el corazón de la Plaza Mayor.
Don Jerónimo Ortiz de Urbina y Olasagasti fue su fundador en 1903, y desde entonces ha ido pasando de generación en generación por una saga de farmacéuticos que a día de hoy han conservado intacto su legado, manteniendo el encanto que la caracteriza entre todas las demás.
Es, sin duda, la farmacia más bonita que tenemos en la ciudad, cuenta con varias estancias: botica, rebotica y laboratorio para poder realizar algunas de sus fórmulas magistrales. El ambiente que se respira al entrar en la farmacia nos transporta a otra época.
Tanto el interior como el exterior de la botica se mantiene con la misma estética desee hace ya más de 100 años.
En la fachada de la Farmacia Ortiz de Urbina podemos contemplar que la madera no ha sufrido ningún tipo de reforma y que se mantiene perfectamente conservada, en su interior llama la atención la maravillosa colección de botes de farmacia o albarelos de porcelana del siglo XVIII donde se conservaban las sustancias para poder realizar las fórmulas magistrales del momento.
A día de hoy se siguen realizando fórmulas magistrales pero ya con diferentes formas de trabajo nada que ver con las que se realizaban antiguamente. Estas formulas siguen obteniendo resultados fantásticos según las necesidades del paciente o cliente que las demande.
Manolo, biznieto del fundador y actual gerente de la farmacia, nos comenta el cambio que han tenido que sufrir a lo largo de este año de Pandemia, “nos hemos tenido que reinventar y poner a disposición de nuestros clientes toda la profesionalidad y todo nuestro tiempo para poder cubrir de manera rápida y efectiva todas sus necesidades, se han vivido momentos de estrés y confusión según iba avanzando la Pandemia pero al final se iban cubriendo las necesidades más urgentes de todos los clientes con atención personalizada y a domicilio los que la requerían”.
Dar la enhorabuena a la familia Ortiz de Urbina por mantener la tradición de una de las farmacias con más encanto, gusto y buena atención de Salamanca, os deseo larga vida en nuestra maravillosa Plaza Mayor.
