Cómo sacar partido a un test de inteligencia emocional

- en Empresas
test inteligencia emocional

¿Te has parado a pensar alguna vez si eres totalmente consciente de ti mismo? ¿Sabes lo que realmente significa?

Vamos a ello. En primer lugar, ser consciente de uno mismo implica darse cuenta de quién soy. O sea, estar seguros de lo que somos, lo que hacemos y muy especialmente, lo que somos capaces de hacer. Hasta dónde podemos llegar si nos imponemos una meta.

No menos importante, cómo me relaciono con mi entorno y por qué hago lo que hago, lo que me hace que no solo sea consciente de quién soy, sino de aceptarme como soy. Así de simple. Porque creedme: todas las personas tenemos defectos (muchos) y algunas virtudes (a veces muy pocas). Pero no porque tenga una visión sesgada de mi propia personalidad, en la que prevalecen esos aspectos negativos (defectos) tengo que resignarme y no valorarme como debo como persona y en relación con los demás. Porque solos no somos nada. Nos da valor la interrelación personal (nos da confianza) por más que muchos siguen creyendo aún que pueden vivir en el medio de la nada y sin relación con otras personas.

¿Qué es posible?

Por supuesto. Pero son circunstancias extraordinarias que no ocurren más que en el 1% de la población mundial o menos. Regiones aisladas como Alaska, Siberia, etc. en la que por razones de su trabajo están obligadas a estar solas. Pero incluso en estas situaciones, tienen forzosamente que estar en contacto por radio, sea para informar del tiempo, de los vuelos semanales que hay que coordinar, etc.

La conciencia de uno mismo es nuestro punto de apoyo

Cuando nos conocemos bien a nosotros mismos, nos ayuda mucho a dar respuesta no solo a ciertos problemas que son normales y se producen a diario en la operativa de nuestro trabajo, sino también, a aquellos auténticos retos y desafíos por los que, siendo más conscientes de nuestras posibilidades, fortalezas, limitaciones, etc., nos permite responder adecuadamente al entorno. Un entorno que cada vez nos exige más. Tenemos más demandas, así como exigencias de todo lo que nos rodea y además, debemos responder más rápido ante ellas.

Conociendo nuestros puntos fuertes y débiles nos ayudará a saber cuándo necesitamos ayuda y cuando no, y lo más importante de todo, nos ayudará a establecer objetivos realistas y tomar mejores decisiones.

Cuando no nos conocemos realmente, podemos sobrevalorar o por el contrario, infravalorar nuestra capacidad de respuesta. Pero es que, además, nos dificulta la capacidad de ajustar dichas respuestas a los objetivos que tenemos y estos a su vez, en relación a nuestras capacidades. Digámoslo de otro modo: seremos demasiado ambiciosos (lo que puede conllevar a continuos fracasos o pérdidas) o seremos demasiado conformistas (dejando escapar cualquier oportunidad de mejora laboral, personal, o creativa.)

Los psicólogos Robert Wicklund y Shelly Duval, sugieren lo siguiente: “cuando ponemos la atención en nosotros mismos, podemos comparar y evaluar nuestros comportamientos con nuestros valores internos. Nos volvemos consientes de nosotros mismos como un objetivo para evaluarnos a nosotros mismos”.

Para hacerlo didáctico y comprensible: la autoconciencia es un enfoque para la regulación de uno mismo. Es entendernos, o sea mirándonos hacia dentro y entendiendo nuestros estados internos, comprender bien qué nos gusta y también qué nos disgusta, así como tener claras nuestras prioridades y preferencias.

Y esto podemos hacerlo porque tenemos la capacidad de reflexión, de pensar haciendo los cuestionamientos que creemos es necesario que hagamos. De la reflexión surge el pensamiento crítico, lo que nos ayuda a discernir la decisión que tenemos que tomar, o a lo mejor, no tomar ninguna en ese momento.

Es muy importante no juzgar a las otras personas, ni utilizar tópicos en nuestros razonamientos y/o toma de posición, respecto a algo o a alguien. Y muy importante: tener la flexibilidad y autocompasión para perdonarnos o para no sentirnos culpables de lo que realmente no somos, pero por nuestra auto-exigencia que nos imponemos mantenemos siempre un sentido de culpa, por lo que no hemos hecho, las oportunidades perdidas, las palabras mal dichas, etc. Es conveniente saber vivir con el arrepentimiento, que significa procesar la culpa, digerirla y convivir con ella, pero sin castigarnos demasiado.

Conciencia de sí mismo

A fin de conocer si tienes una consciencia de ti mismo razonable, a continuación, resuelve el test en sus Partes A y B, para que, si te tomas el trabajo de hacerlo, nosotros también nos tomaremos el trabajo de hacer una primera evaluación a partir de una serie de respuestas habituales. O sea, en el próximo artículo daremos respuestas (podrán coincidir mucho o poco con las que tú te has dado) pero te servirán junto a las explicaciones que daremos, si estás más o menos bien encaminado en la gestión que haces de tus emociones. Por supuesto, que no hay recetas mágicas, pero sí este tipo de evaluaciones nos sirven para tener una mayor aproximación a cómo sentimos, nuestro nivel de autoconocimiento y especialmente cómo reaccionamos cada día tanto en las cuestiones ordinarias como en las que no lo son. Vamos habitualmente con lo que se dice coloquialmente “el piloto automático” y a veces perdemos consciencia de lo que realmente nos está influyendo de ese entorno que nos exige día a día.

Tómate unos minutos y lee el próximo artículo en el cual encontrarás las respuestas a estas preguntas, como si se las hiciéramos a veinte personas simultáneamente.

Parte A

¿Qué tan consciente eres de tus emociones o estados de ánimo que cambian de un momento a otro?

  • Nunca
  • Rara vez
  • A veces
  • Siempre

¿Sabes qué te hace sentir triste, enojado, asustado y avergonzado de vez en cuando?

  • Nunca
  • Rara vez
  • A veces
  • Siempre

¿Sabes por qué te sientes triste, enojado, asustado o avergonzado de vez en cuando?

  • Nunca
  • Rara vez
  • A veces
  • Siempre

¿Sabes cuándo tus emociones están afectando la forma en que te desempeñas?

  • No, Nunca
  • No Frecuentemente
  • A Veces
  • Siempre

¿Qué tan rápido sabes cuándo estás empezando a perder los estribos?

  • Muy Lentamente
  • Lentamente
  • Bastante Rápidamente
  • Muy Rápidamente

¿Qué tan pronto te das cuenta de que tu diálogo interno se está volviendo negativo?

  • Usualmente Demasiado Tarde
  • Después De Un Tiempo
  • Bastante Pronto
  • Inmediatamente

Parte B. Otro tipo de preguntas complementarias

1º) Mis emociones generalmente tienen:

  • un fuerte impacto en la forma en que me comporto.
  •  poco o ningún impacto en la forma en que me comporto.

2º) Generalmente me guío por:

  • mis metas y valores.
  • otros objetivos y valores.

3º) Cuando estoy bajo presión, generalmente:

  • cambio los comportamientos que habitualmente son normales en mí.
  • tengo comportamientos que permanecen inalterables.

4º) Generalmente aprendo más:

  • siendo muy proactivo y realizando todas mis actividades.
  • reflexionando sobre experiencias pasadas.

5º) Generalmente:

  • tengo un buen sentido del humor acerca de mí mismo.
  • me tomo muy en serio a mí mismo.

6º) Me presento:

  • con seguridad en sí mismo y teniendo «presencia».
  • con cierta confianza y cautela.

7º) Donde hay incertidumbres y presiones, siempre estoy:

  • decisivo y puedo tomar decisiones acertadas.
  • cuidadoso para tomar la decisión correcta.

8º) Siempre expreso opiniones que:

  • son impopulares y son arriesgadas y pueden caer mal, porque me baso en lo que es correcto.
  • la mayoría de los demás están de acuerdo y apoyan.

9º) Siempre me gusta:

  • asumir nuevos retos.
  • Mantener el status-quo.

10º) Generalmente:

  • inspiro confianza en los demás.
  • confío en la confianza de los demás.

Autor

Vicepresidente del FORO Ecofin y director de www.ecofin.es , CEO de www.demuestra.com, Presidente del Instituto Ecofin de Liderazgo, coordinador académico de la Red e Latam del grupo Media-TICS. Puedes enviarme comentarios y consultas a jzunni@telefonica.net