Desafiando al tiempo

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El reloj nos corre, el tiempo es todo y no es nada a la vez. Lo sentimos, pero en el instante que transcurre, ese aquí y ahora, ese efímero presente, lo ignoramos. Pasamos la vida en automático. El tiempo nos atraviesa y nos transforma, y nos vuelve a atravesar y nos vuelve a transformar, algunas veces nos expande, otras, en cambio nos encoge. Nos obliga a crecer y nos envejece, lentamente nos envejece.

Sabemos que vamos a envejecer, no hay duda. Pero de qué manera lo vamos a hacer, depende de la actitud de cada uno. Nuestro cerebro tiene un rol muy importante en este tema, precisamente porque gran parte de nuestro bienestar proviene de la forma en la que nos tomamos las cosas, y aquí entra en juego nuestra flexibilidad cognitiva.

Lo bueno, es que la neurociencia ya sabe que el cerebro cambia hasta el último de nuestros días, por lo cual, con los ejercicios adecuados, podemos aumentar nuestra flexibilidad cognitiva, que es la base de la creatividad. La buena
noticia es que todavía estamos a tiempo.

Si no entrenamos nuestro cerebro, cuando caminemos hacia una edad más avanzada… 50, 60… 70, nuestras ideas se vuelven cada vez mas rígidas, pero no solo eso, te enojas demasiado, no puedes cambiar tus rutinas, es difícil que se
te ocurran ideas originales, se te vuelve más difícil entusiasmarte con cosas nuevas…; por lo que es más fácil que entres en depresión y el deterioro cognitivo sea cada vez más alarmante. Esto obviamente afecta tus relaciones, porque vas perdiendo tu capacidad para entender y aceptar diferentes puntos de vista, ponerte en el lugar del otro y disfrutar genuinamente de compartir nuevas experiencias. ¿Quién quiere llegar a la vejez como una persona etiquetada de amargada y poco flexible?

Hay muchos ejercicios que puedes hacer para mantener tu mente ágil y desafiar el paso del tiempo haciéndole frente al deterioro cognitivo. Te voy a contar algunos de los que hago casi a diario, pero sin que se transformen en rutina, porque la rutina muchas veces es una causante de los bloqueos creativos.

Ver imágenes en las manchas es una de mis preferidas. Cuando ves una mancha, y encuentras, por ejemplo…. un gladiador… estás ejercitando la parte del cerebro que controla la visión, y haces conexiones neuronales entre ideas antiguas, recuerdos, apelas a la imaginación, etc. Esto de por sí ya es un ejercicio muy potente, pero si decimos que, después de ver eso, queremos visualizar otra cosa totalmente diferente, lo que estas haciendo es inhibir una respuesta ya creada para dar paso a formar otra. Y generas un nuevo camino, y así abres otro, y otro….

Entonces, si luego te encuentras con otro problema o dificultad, tu cerebro ya está entrenado en crear nuevos caminos por donde ir, no sólo uno como fue en un principio.

Claro que esto no es tan simple, requiere de un esfuerzo. Esfuerzo que cada vez será menor. ¿Y que tal si luego ampliamos el campo y empezamos a ver cómo es el entorno de esa nueva figura? ¿Está en una cueva? ¿En un
ambiente hostil? ¿Por qué está allí? ¿Hasta cuándo?

Otro ejercicio es pensar palabras al azar y asociarlas por fonética, por significado, por apariencia, por utilidad, etc. Esto nos lleva a actuar en un campo donde la creación de nuevas y mejores ideas será cada vez más propicia.

Leer, dibujar, pintar, cantar, aprender cosas nuevas. Improvisar un baile. Utilizar tu mano no dominante para hacer algunas cosas como por ejemplo, cepillarte los dientes, usar el control remoto, o escribir tu nombre en un papel. Estimular nuestra creatividad nos permite, entre otras cosas, mejorar nuestra memoria, abrir nuestra mente a puntos de vista diferentes, activar conexiones neuronales y, por ende, mejorar nuestro rendimiento cognitivo, aumentar la confianza en uno mismo, desarrollar la imaginación, volvernos más curiosas intelectualmente, lograr generar ideas más valiosas… y la lista se nos vuelve interminable.

En el fondo, lo sabemos. A veces decimos que lo vamos a hacer, pero luego lo dejamos para después, no nos damos cuenta de lo verdaderamente importante que es. Nuestro cerebro quiere quedarse en la zona de confort, preocupado, muchas veces agobiado, encallado en la rutina.

Hasta que un día, conscientes de que si siempre hacemos lo mismo no podemos obtener resultados diferentes, decidimos cambiar. Y nos damos la oportunidad de descubrir nuestro potencial. Nos volvemos a conectar con nosotras mismas y dejamos fluir eso que nos hace únicas y nos diferencia de los demás.

Le hacemos frente al deterioro cognitivo que produce el paso del tiempo, cuando entendemos que la solución está en las acciones que tomamos para mejorar nuestra calidad de vida.

Siempre hay una manera de hacer mejor las cosas, y a todos nos conviene encontrarla. Ahora que conoces esta dinámica, ¿estás dispuesta a desafiar el deterioro cognitivo y atreverte a desarrollar todo tu potencial creativo?

Por Silvia Aloero. Diseñadora gráfica especialista en Imagen de Marca. Entrenadora creativa.

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