Multitud de veces nos hacemos preguntas sin respuesta. Dejamos que se entremezclen entre las nubes, ladronas en muchos momentos de nuestras miradas.
«El tiempo» no son solo las horas de nuestro reloj, ni tan siquiera los días. Es algo tan sencillo y simple cómo entender que camina a su ritmo, pausado y silencioso. Con una normativa que él mismo ha creado y es que nunca podrá ir marcha atrás.
Pero como todo en esta vida, su significado depende de los ojos que lo miren, de la sencillez de una mirada, entre otras cosas. Leer en silencio es un análisis poco convencional de nuestros sentimientos, pero real y verdadero. Solo por eso merece la pena seguir buscando el significado de la importancia del tiempo en nuestro día a día. Aunque no percibimos su respiración, casi siempre pasa por delante de nosotros como un suspiro. Envuelto en el silencio de nuestras calles con su apariencia equivoca.
¿Por qué perdemos momentos inolvidables? ¿Sonrisas que iluminan nuestro cielo?
Erramos sin darnos cuenta, omitiendo la importancia del tiempo. Y aunque pensamos que somos eternos, desafortunadamente no lo somos. Navegó en el interior de mi corazón y sus latidos impregnados en mis silencios, me hacen sentir, que «el tiempo» es un tesoro, un recuerdo, un beso, una caricia y un millón de sentimientos que equivocadamente dejamos en el olvido.
Siento que es el vigilante de mis sueños, cómplice de la luna y mientras ambos acarician mi rostro, entre susurros inesperados, consiguen trasmitir a mi interior, que si algo no debo perder es el tiempo. Las agujas tenues de un reloj, marcan nuestra monótona vida sin pedir permiso. El sonido del segundero no es el débil silbido de un robot, es lo que a gritos nos dice: que valoremos el tiempo. Tenemos la mala costumbre de no hacer caso a lo verdaderamente importante en esta vida, por eso en esta ocasión os quiero hablar de ello.
Algo a lo que restamos valor, sin percibir que si algo no se recupera en esta vida es el tiempo. No hablo de horas, minutos, ni segundos. Sin embargo, si hablo de instantes, vivencias y sentimientos. Yo me pregunto ¿cómo se viven todas estas cosas ignorando las agujas tenues de un reloj? Hoy, os invito a reflexionar sobre vuestras emociones, sobre vuestro tiempo. Dejad a un lado esa frase que tantas veces todos hemos escuchado alguna vez, no tengo tiempo de nada.
Cambiemos su significado y planteémonos mirar más a menudo, el segundero de nuestro reloj. Ese sonido que nos dice: que siempre hay una ocasión para amar, para disfrutar de la familia, para no perder momentos irrecuperables. No quiero vivir de recuerdos, pero si quiero crearlos. Hoy, os invito a reflexionar sobre vuestro día a día, no perdáis ninguna época de vuestra vida. Porque cuando halléis la respuesta a una pregunta tan sencilla, como: ¿Qué es el tiempo?
Puede que sea demasiado tarde para recuperar muchas cosas
