Tiembla.
Temblores por miedo.
Temblores de frío.
Pero él, tiembla por el shock de no entender qué sucede.
Su cuerpo tan pequeño, en tan poco tiempo de vida, ha tenido que soportar mucho.
Sigue temblando.
Cara asustada. Llena de polvo.
Tiembla y tiembla.
Da igual si está sentado en el suelo del hospital, encima de una camilla o en los brazos, que tratan de ser protectores, de un sanitario.
Tiembla porque no comprende qué pasa.
Se mira las manos.
Tiemblan sin control.
Descubre que las tiene teñidas de rojo.
Se las enseña a su hermano, quien le saca unos centímetros de altura y de vida, pero está tan perdido como él.
Sigue temblando.
Desconcierto.
Desprotección.
Incertidumbre.
Miedo.
Desorientación
Temblores.
Su carita llena de polvo por culpa de la metralla lo dice todo.
Pero quien tiene el poder para parar lo que está sucediendo, no quiere hacerlo.
Prefiere arrasar con miles de vidas, antes que dar su brazo a torcer.
Prefiere devastar todo un territorio, antes que replegarse y tratar de llegar a acuerdos.
Temblores.
No se me va de la cabeza su imagen.
Me siento impotente desde este otro lado del muro imaginario.
Él no ha tenido tanta suerte como yo, y ha nacido en un lugar donde el conflicto se desarrolla desde hace años.
Tiembla.
No puedo dejar de pensar en él. En su carita asustada y su cuerpo tembloroso.
Mis ojos se llenan de lágrimas sin quererlo.
Unas lágrimas que ojalá se llevaran por delante todo ese odio sin sentido que tiene quien se nutre de esta masacre.
Mientras un niño inocente tiembla, a un adulto no le tiembla la mano ni la voz para ordenar seguir bombardeando y arrollando un territorio, con todas las personas encerradas, que considera que le pertenece.
Tiembla, sin control, mientras otra persona, adulta, desde su alto pedestal, ordenar bombardear, arrasar, aniquilar, destruir, pulverizar, … sin medida, por avaricia, por ego, por dominar, por demostrar quién tiene el poder.
Tiembla.
Ojalá que quien temblara fuera él, en lugar de ese niño que representa a tantas personas que no entienden nada de lo que está sucediendo.
Recomendación: “Refugiado” poema de Marwán
