Salamanca durante la Segunda República

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El Nacimiento de la República

En 1930 con la caída de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera se activa la vida política en la Provincia de Salamanca. Con anterioridad habían estado presentes los Partidos Republicanos pero de manera testimonial, cediendo el protagonismo a los partidos dinásticos. A pesar de la existencia de una Casa del Pueblo activa antes y durante la dictadura.

En marzo 1930 aparecen en la ciudad las Juventudes Republicanas y en mayo el Partido Republicano Radical-Socialista. En contrapartida a estos partidos esta la Federación Católica Agraria, que liderada por José María Lamamié de Clairac buscó movilizar a los agricultores mediante la creación de Acción Castellana el 23 de junio de 1930. Estos estaban encabezados junto al propio Lamamié por el tradicionalista Carlos Romo, presidente de Acción Castellana y por Luis Bermúdez de Castro. A los nuevos partidos había que añadir los partidos monárquicos con dirigentes como Cándido Casanueva y Gil Robles, quién en el futuro sería uno de los políticos más importantes de la república.

Alfonso XIII sigue reinando pero la situación de vuelve insostenible, el 15 de diciembre se proclama una huelga general en Salamanca, al día siguiente la huelga continuó en la construcción y la metalurgia, el ejercito interviene y la situación se normaliza el día 17 de diciembre. Los republicanos se van volviendo más activos, al año siguiente, en febrero de 1931 celebran el aniversario de la proclamación de la Primera República y el 25 de marzo los estudiantes de la universidad lanzan un manifiesto a favor de la República como reacción a un consejo de guerra practicado en Madrid a dirigentes republicanos. Los actos a favor a la república continúan el 29 de marzo con un acto celebrado en el Teatro Bretón con la presencia del filósofo Ortega y Gasset en el que se pidió la amnistía para los presos políticos. En este clima republicano que realmente reinaba por todo el país se celebraron las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Estas se tomaron como un referéndum sobre la monarquía, aunque eran simplemente unas elecciones municipales.

Alianza Republicana, PSOE y Partido Radical Socialista acudieron juntos a las elecciones frente a los candidatos monárquicos de Acción Castellana (Lamamién, Cimas Leal, Martín Veloz, Alejandro Tavera) apoyada por Gil Robles, el resultado, no solo en Salamanca, sino en la mayoría de las ciudades de España, fue una victoria de los partidos republicanos. En consecuencia y para evitar males mayores, Alfonso XIII abdica y abandona el país el día 13 y al día siguiente se proclama la Segunda República en España, siendo en Salamanca, Unamuno quien además había sido elegido concejal, el encargado de proclamarla en el balcón del ayuntamiento.

Bienio Reformista

Tras la proclamación de la República se convocaron elecciones generales para elegir un Parlamento, a estas elecciones se presentaron:

Acción Castellana se proclama monárquica pero decidió aparcar la cuestión temporalmente para defender sus ideales, religión, familia, propiedad privada, unidad nacional… También acudió dispuesto a negociar para hacer frente a los partidos revolucionarios. Sus principales candidatos fueron Lamamié, Bermúdez de Castro y Gil Robres. El Bloque Agrario, apareció por iniciativa de labradores acomodados defendiendo la propiedad de las tierras y buscando la libre contratación de jornaleros, se declaraba republicana. Estos decidieron apoyar a los candidatos de Acción Republicana en lugar de presentar a sus propios candidatos. Todos estos candidatos eran monárquicos, a pesar de que el Bloque se definía republicano.
Por su parte los republicanos y socialistas acudieron juntos a las elecciones con la unión de Alianza Republicana (fruto de la unión de: Partido Radical, Partido Federal, Acción Republicana y Agrupación al Servicio de la República) que llevarían tres candidatos, el PSOE que tendría un candidato y el Partido Radical-Socialista que tendría otro candidato. La lista estaba compuesta por Primitivo Santa Cecilia (PSOE) por parte de los socialistas, Unamuno, José Camón Aznar, Casto Prieto Carrasco (Acción Republicana) y Victoria Kent (Partido Republicano Radical-Socialista).
El partido Republicano Liberal Demócrata presentó su propia candidatura encabezada por Filiberto Villalobos y Luis Capdevila. Su programa se basaba en el apoyo de las explotaciones rurales colectivas, y el fomento de la enseñanza. Aunque no acudían junto a los republicanos y socialistas las relaciones eran buenas, incluso Villalobos pidió el voto para Unamuno.
La Derecha Liberal Republicana se presentó en Salamanca con candidatos como Julio Ramón y Laca, un militar y el líder de la Liga de Agricultores y presidente de la gestora que dirigía la Diputación de Salamanca, Marcos Escribano.
Junto a los candidatos de los partidos se presentaron algunas candidaturas independientes como la de Diego Martín Véloz o la de Queipo de Llano, capitan general de Madrid, o la del ingeniero Angel Coca y Coca.
El candidato más votado de las elecciones fue Filiberto Villalobos, pero en la capital de provincia no tuvo grandes apoyos. Los candidatos que lograron ser elegidos diputados fueron, además del propio Villalobos, Primitivo Santa Cecilia, Miguel de Unamuno, Marcos Escribano, Gil Robles, Casanueva y Lamamié. Aunque los candidatos más votados fueron republicanos, en la Provincia de Salamanca la derecha logró tres diputados.

Uno de los problemas con los que se encontró la República fue la alta tasa de paro, para hacer frente a esta situación se intentó una reforma agraria que trataron de realizar los republicanos y socialistas. Si hubiera tenído éxito se habrían logrado grandes beneficios sociales y políticos.

La propiedad agraria en la provincia, al igual que en toda España, se encontraba concentrada en latifundios privados, que aunque daban beneficios a sus dueños no eran explotados a plena capacidad. En Salamanca unas 129 fincas e incluso pueblos enteros pertenecían a la aristocracia siendo de unas pocas decenas de familias, las fincas de 500 hectáreas contabilizadas en 214 pertenecían a 260 personas. Estos fueron los argumentos dados por Marcos Escribano para aplicar la reforma en la provincia.

Para paliar esta situación el gobierno de la República elaboró la Ley para la Reforma Agraria en 1932, pero fracasó en todos los aspectos. Para los partidos de izquierdas más radicales y jornaleros en paro era insuficiente y para los latifundistas era demasiado. A esto se le unió su ineficaz aplicación que hizo que los campesinos beneficiados por le reforma fueran pocos. Como consecuencia hubo una gran decepción entre la masa de campesinos y una creciente desconfianza entre los rivales políticos. Las tensiones por la aplicación de la Reforma Agraria solo son una muestra de la confictividad social y política que se vivió durante estos años.

Durante estos años aparecen en la provincia multitud de asociaciones obreras, antes de la llegada de la república solo había constancia de la existencia de 5, al finalizar 1932 había 142 la mayoría ligadas a UGT. Estas tuvieron un activo papel en la celebración de huelgas y en el boicot de las elecciones de 1933. Junto a estas asociaciones florecieron los sindicatos católicos agrarios con el objetivo de realizar compras ventajosas para sus miembros e incluso colaborar en la adquisición de tierras, pero las dificultades económicas redujeron su papel a defender el catolicismo y posteriormente a unirse al Bloque Agrario para la defensa de los propietarios.

En 1932 la conflictividad social se dispara, antes en 1931 ya se habían vivido momentos tensos, aunque no se registraron actos anticlericales como en otras provincias de España. La conflictividad quedó reducida a diversas huelgas, aunque hubo muertos en Palaciosrubios. En 1932 la actividad de los partidos políticos se dispara al igual que las múltiples huelgas siendo la más importante la de diciembre de 1932 la cual duró siete días, con un gran seguimiento. Durante el transcurso de la huelga, en Macotera hubo un enfrentamiento armado que se saldó con un muerto y tres heridos.

La situación continúa degradándose tras el intento de Golpe de estado del General Sanjurjo. Su fracaso debilitó a los monárquicos, mientras aparecen nuevas agrupaciones y partidos políticos como La Unión Salmantina de Derechas, la cual se había fundado en enero de 1932, no obstante tuvo poca importancia. Más importante fue la creación en diciembre de la Confederación de Derechas Autónomas de Gil Robres y Cimas Leal, en una iniciativa de coordinar a los distintos partidos de derechas. Que unos meses más tarde sería el líder de la derecha en España mediante el nacimiento en marzo de 1933 de la Confederación Española de Derechas Autónomas.

Este periodo se cierra con un conflicto en la recolección de la coseche en junio de 1933. Según la legislación los patronos debían contratar a los obreros inscritos como parados en los diversos municipios. El conflicto surgió cuando la Federación Provincial Obrera trató de establecer unos turnos de contratación para que en algún momento todos los obreros fueran contratados. Pero los patrones se negaron porque no tenían libertad de contratación, causando la creación de un frente patronal que posteriormente sería un modelo para el resto de España, que finalmente salió reforzado del conflicto.

El Bienio Radical

En estas condiciones se llegó a las elecciones de 1933 en las que se amplió el numero de del Censo por el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres.

A estas elecciones se presentaron las siguientes candidaturas:

Coalición PSOE – Federación Obrera, con los candidatos: José Andrés Manso, Rafael de Castro, Valeriano Casanueva, Adolfo Goé y Rufino Martín Sanchéz (obrero tejedor).
Por el Partido Comunista se presentaron: José Ochoa, Antonio Hierro, Luis Campo Redondo (inspector de primera enseñanza), José Rodríguez Esteban (Campesino), Andrés González Gorjón (Obrero de la construcción).
Por su parte los candidatos de derechas fueron, Gil Robles, Cándido Casanueva, José María Lamamié de Clairac, Cimas Leal y Castaño.
Los republicanos de derechas acudieron en coalición formando Coalición Republicana Radical Conservadora, sus candidatos fueron Marcelino Rico, Camón, Marcos Escribano y fernando Íscar.
Filiberto Villalobos fue el único candidato del Partido Republicano Liberal.
Julio Ramón y Laca se presentó por el Partido Republicno Progresista.
La campaña electoral estuvo marcada por la agresividad de la derecha, sobre todo hacia Villalobos y hacia los comunistas. El resultado de las elecciones fue una amplia victoria de la Derecha. Esta victoria también se produjo en España, convirtiendose en el partido más votado. No obstante Gil Robles no se convirtió en el presidente del gobierno pero apoyo al Partido Republicano Radical de Lerroux, quien a la postre formaria gobierno incluyendo en él ministros de la CEDA. Gil Robles se había convertido en uno de los políticos más importantes del país.

Con la llegada de la derecha al poder se retomó la reforma agraria en un intento de retorno a la situación anterior a la Ley de Reforma Agraria de 1932. Para ello se aprobó la Nueva Ley de Reforma Agraria el 1 de agosto de 1935, con esta ley se abolia la expropiación sin indemnización, se eliminó el inventario de fincas expropiables y las expropiaciones que se habían hecho con anerioridad pasaban a ser ocupaciones temporales. Como resultado, la tan esperada reforma agraria apenas había tenido efectos en la provincia de Salamanca. Solo 10 fincas habían sido expropiadas y 6 habían sido ocupadas de manera temporal. Solo 11 propietarios se vieron afectados por la reforma, destacando el Duque de Alba, que perdió 3 fincas, al igual que el Duque de Tamames.

Si el periodo anterior, se había caracterizado por la conflictividad política y social, la victoria de la derecha no mejoró las cosas, más despues de la revolución de Octubre en Asturias. Tras el fracaso de octubre los sindicatos perdieron fuerza, pero los minines y las huelgas no desaparecieron, incluso el 10 de abril de 1935 fue asesinado el obrero falangista Juan Pérez Almeida y su hermana en plena calle. Antes de la Revolución de Asturias, se temía una revolución en todo el pais a raiz del triunfo de la CEDA. Tras encontrar armas en Madrid y Asturias, el gobierno decidió registrar ls casas del pueblo de Salamanca y Béjar, además de las sedes de la CNT y del PCE, aunque no encontraron nada decidieron vigilar estos lugares como medida de precaución.

Tras anunciarse que la CEDA entraría en el gobierno de Lerroux, se inició una huelga general en todo el pais que se inició en Salamanca el 5 de octubre de 1934. La presencia de Filiberto Villalobos como Ministro de Instrucción Pública no sirvió para aplacar los animos. Al iniciarse la huelga, los comercios no la secundaron, sufriendo por ello las iras de los huelgistas. Estos hechos y las presiones de los empresarios lleváron al gobernador civil José María Friera a declarar ilegal la huelga y clausurar las sedes obreras en Salamanca y Béjar, pero lejos de calmar la sitación las medidas tomadas, violentaron aún más a los obreros, teniendo que declararse el día 7 de octubre el Estado de Guerra, el día más conflictivo con disparos incluidos. La huelga fue decayendo progresivamente hasta el día 15.

El balance de la huelga se saldó con un gran número de detenciones, despidos, y clausura de centros obreros, includo Manuel Alba y Casimiro Paredes fueron destituidos como concejales del ayuntamiento de Salamanca, no fueron los unicos, el alcade de Béjar Manuel Francisco Crespo perdió el cargo y Alba también perdió su puesto en la gestora de la Diputación de Salamanca. Incluso se trató de destituir a Casto Prieto Carrasco alegando ineficacia en el mantenimiento de los servicios públicos.

Tras el fracaso de la huelga las asociaciones obrera debilitadas permanecieron menos activas a la espera de las elecciones de 1936.

El Frente Popular

Al contrario que en las elecciones de 1933, a estos comicios los partidos de izquierdas habían acudido en coalición, habían formado el Frente Popular. Esta coalición estaba formada por Unión Repúblicana, Izquierda Republicana, Partido Socialista, Partido Comunista y sindicalistas.

En Salamanca, los participantes de las elecciones del 16 de febrero fueron:

Por la CEDA: Gil Robles, Cándido Casanueva, José María Lamamié de Clairac, Cimas Leal y Castaño.
Los candidatos del Frente Popular fueron Andrés Manso, Valeriano Casanueva, Francisco Crespo por el PSOE, Casto Prieto Carrasco y Francisco Ruipérez por Izquierda Republicana y Cipriano Rodríguez Lavín por Unión Repúblicana, aunque este ultimo se retiró.
Filiberto Villalobos en solitario.
González Cobos por el Partido Liberal Demócrata.
En estas elecciones los partidos de izquierdas mejoraron sus resultados, pero la derecha volvió a ganar en la Provincia, no asi en el conjunto del pais. De los diputados por Salamanca, solo Ándres Manso militaba en un partido de izquierdas, ni siquiera Filiberto Villalobos había logrado en esta ocasión un escaño. A pesar de todo, la victoria nacional del Frente Popular, permitió recuperar sus puestos en los ayuntamientos a los concejales republicanos y socialistas que habían perdido esta condición debido a los sucesos de octubre de 1934, incluidas las alcaldias de Ciudad Rodrigo, Béjar y Salamanca.Los actos de constitución de los nuevos ayuntamientos estuvieron salpicados por actos anticlericales en la propia Salamanca, en Béjar y sobre todo en Mancera de Abajo. Las consecuencia fueron varios muertos y una huelga general convocada el día 19 de marzo. Mientras, la revisión de actas por parte de la comisión electoral supuso la perdida de tres de los escaños obtenidos por la derecha a favor de Filiberto Villalobos, Casto Prieto Carrasco y el socialista Valeriano Casanueva. Otra consecuencia del triunfo del Frente Popular fue la sustitución del gobernador civil de la provincia el 25 de febrero, Laureano Santiso Girón fue reemplazado por Antonio Cepas López.

El periodo de gobierno del Frente Popular fue breve, las eleciones se celebraron el 16 de febrero de 1936 y el golpe de Estado se produjo el 18 de junio de 1936. En estos meses en temor a un intento de Golpe de Estado fue patente, pero no impidió que la reforma agraria fuera retomada con un mayor reparto de tierras mediante la ocupación temporal, las fincas afectadas fueron 61. Pero el inicio de la Guerra Civil, acabó con la reforma agraria. A lo largo de la Segunda República, la reforma agraria fue fuente de conflicto entre los partidos de izquierdas y los de derecha, los primeros estaban presionados por los jornaleros necesitados de tierras para cultivar y los segundo por los propietarios que querian mantener una proiedad mal explotada, pero que les daba beneficios. Los problemas en su aplicación y que las sucesivas leyes para unos era insuficiente y para otros demasiado motivó descontento y desconfianza entre los sectores afectados. La provincia de Salamanca, debido al peso del campo en su economía, y al gran numero de jornaleros que albergaba fue una de los lugares donde se trató de aplicar, pero cuando realmente la voluntad fue clara, la guerra truncó el proyecto.

Junto a la reactivación de la reforma agraria, este breve periodo se caracterizó por la recuperación de fuerza y actividad de los sindicatos. Estos buscaron la readmisión de los obreros despedidos debido a su participación en las huelgas de 1934. La vuelta de la izquierda al poder y su intensa actividad, coincidió con la radicalización de los partidos y de sus militantes, sobre todo entre las Juventudes de Acción Popular temerosos de una revolución comunista.

Para evitar altercados, la guardia civil inicia una campaña de recogida de armas y el nuevo gobernador civil prohibe en los pueblos las procesiones religiosas de Semana Santa. Pero estas medidas no impidieron que los altercados fueran cada vez más frecuentes, algunos sin consecuencias, pero en otros hubo muertos.

Este era el clima que vivia la Provincia el 18 de julio cuando un golpe militar triunfó rapidamente en la provincia, no asi en el conjunto del pais, había comenzado la Guerra Civil.

Autor

Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.