Burbujas Espaciales, ¿Nuestra salvación?

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burbujas espaciales
  • Recientemente, han salido noticias a través del MIT de una nueva forma sobre la aplicación de la geoingeniería que permitirá a la Humanidad, según las evidencias teóricas y futuras a nivel práctico, revertir el cambio climático o minimizarlo de manera gradual.

Cabe decir que basándonos en los recientes acontecimientos desarrollándose en España, el cambio climático y la subida de las temperaturas, sobre todo durante los meses de verano, han pasado de ser una tocada de narices monumental para muchos. A una lucha por la supervivencia de sus hogares y vidas, hasta el punto en el que la situación actual, si sigue empeorando cada año dentro de poco, va a ser insostenible. Como ya lo es en algunas provincias como la de Zamora, que está siendo prácticamente olvidada por las fuerzas de ayuda nacional.

De este modo, los científicos del MIT han sacado a la luz un nuevo proyecto, que podría ofrecernos una salida si se llegara a implementar de manera amplia alrededor de la Tierra, las “burbujas espaciales”. Considerándola «la última salida».

Y aunque cabe señalar que esta idea realmente no es nueva, sino que ya surgieron los primeros conceptos durante el 2006. Hoy en día el equipo del MIT está más cerca que nunca de desarrollarlas.

Estas nuevas burbujas protectoras estarán fabricadas de silicio ultrafino, capaz de bloquear parte de la radiación solar antes de que llegue a la Tierra, lo que teóricamente podría reducir el calentamiento global y efecto invernadero.

Aunque se ha de considerar, que una idea como la propuesta podría llegar a entrañar grandes riesgos para los ecosistemas de nuestro planeta, pero lo que diferencia estas burbujas de otro tipo de ideas, radica en que su aplicación práctica no se desarrollara sobre la superficie del planeta. Si no en el espacio. Al fin y al cabo, si hay una cosa sencilla, es pinchar las burbujas en caso de que el proyecto no vaya bien.

Según los cálculos del equipo científico a cargo del proyecto, la desviación del 1.8% de la radiación solar que llega a la Tierra, podría invertir totalmente el calentamiento global actual. Por otro lado, llevarlo a cabo en el espacio no solo es imperativo, sino que es una opción más segura para los ecosistemas del planeta, que no recibirán una manipulación o adaptación directa, como otros planes para solucionar el calentamiento quieren llevar a cabo.

Es entendible que esta idea pueda parecer sacada directamente de la ciencia ficción, pero realmente nos encontramos ante un punto de inflexión, que o bien superamos, o fracasamos. Y ante todas las malas noticias que se han ido sucediendo a lo largo de los últimos años, parece acertado que podamos tener un proyecto mediante el que creer, que algo todavía puede salir bien.

Según los cálculos, las burbujas protectoras de silicio serán colocadas formando una matriz, que se irán acercando a la zona de colocación para formar una malla circular, que debería llegar a tener el tamaño de Brasil; si, de Brasil.

La ubicación exacta de la matriz, según los análisis teóricos, debería estar emplazada en el punto L1 de Lagrange, el punto exacto donde la gravedad existente entre la Tierra y el Sol se cancelan mutuamente. Lo que significa, que las burbujas podrán flotar sin ser atraídas por ninguno de los cuerpos.

Aun así, cabe volver a recalcar que actualmente solo es un modelo teórico y una idea, que aun encontrándose en sus fases finales de desarrollo, antes de comenzar una posible producción, el mayor problema que se encuentra de frente, se halla en la posible escasez de materiales necesarios o presupuesto. Al fin y al cabo, hemos de tener en cuenta que un proyecto, con una visión a escala tan amplia, requeriría de la cooperación plena de múltiples gobiernos, y un gran desgaste económico a nivel mundial. Que por desgracia, en la actualidad no nos podemos permitir.

Sin embargo, en caso de que la idea se llegara a realizar, sería indudablemente una de las mayores hazañas dentro de la geoingeniería, y una muestra de lo que los seres humanos somos capaces de lograr, trabajando unidos por el beneficio de nuestra especie. Seguramente allanando el terreno, hacia nuevos proyectos que nos lleven cada vez más lejos y protejan no solo contra el daño de los elementos, sino del que nosotros mismos causamos al ambiente.

Autor

Grado de Publicidad y Relaciones Publicas en la Universidad Pontificia de Salamanca.