PEÑARANDA DE BRACAMONTE: Iglesia de San Miguel

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Penaranda de Bracamonte Plaza Agustin Martinez Soler 2

La iglesia parroquial de San Miguel existe desde mediados del siglo XV como iglesia-fortaleza. En aquellos tiempos, servía tanto para los oficios religiosos como para las reuniones del concejo de la villa.

Los siguientes datos de los que se dispone sobre ella son de comienzos del siglo XVII. En ellos se describe una iglesia realizada en piedra de cantería, con tres naves, capilla mayor y dos capillas laterales. A lo largo de esta centuria, se lleva a cabo la construcción del coro, la tribuna y las Puertas del Perdón. De la mano de don Gaspar de Bracamonte se arreglan el  cimborrio y la cúpula, que amenazaban ruina. La torre era originaria de la misma época. Sin embargo, la actual es del siglo XVIII.

Tras el devastador incendio de 1971, se perdió gran parte de la iglesia. Por ello, es el exterior el que tiene mayor interés, ya que toda la iglesia está realizada en sillería granítica, a excepción de la torre, que es de ladrillo visto.

La portada meridional, que da a la fuente de los Cuatro Caños, consta de un arco de medio punto enmarcada con pilastras que rematan en capiteles platerescos. En el segundo cuerpo, una hornacina con forma de venera cobija una imagen manierista del arcángel San Miguel, de la segunda mitad del siglo XVI. A ambos lados, aparecen los escudos de los fundadores.

En la portada de poniente se utilizaron columnas coronadas por bolas sobre pedestales; en el cuerpo superior, una hornacina cobija una Virgen con Niño de finales del siglo XVI.  Aparece flanqueada por pilastras y con un frontón triangular encima, lo que nos hace pensar en los planteamientos clasicistas de Juan de Herrera.

En el interior, y tras el incendio de 1971, sólo se salvó la capilla del altar mayor en la cabecera, donde se encontraba el retablo mayor, obra maestra del barroco realizada por Sebastián Ducete y Esteban de Rueda. De las dos capillas laterales originales, la de la Soledad y la de San Antonio, sólo se conserva la última. En ella se puede contemplar el Cristo de la Cama, de quien los peñarandinos son muy devotos. La pila bautismal, en piedra, no es de gran valor, pero sí es la original de la iglesia.

La restauración corresponde a Fernando Pulín, a quien se le concede por su trabajo el Premio Nacional de Restauración.

Autor

Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.