Piedra franca de Villamayor

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Villamayor Pabellon Real de la Plaza Mayor 1

La piedra franca es la materia prima de la ciudad de Salamanca. La roca arcillosa y de origen sedimentario, es de fácil corte y talla.  El fruto de las canteras de Villamayor, firma la ornamentación de cada edificio de la capital charra. Es una roca arenisca y arcillosa, que entre sus cualidades destaca la facilidad con que se trabaja tras haber sido extraída para ir endureciéndose paulatinamente, volviéndose más compacta. Una vez seca la piedra puede soportar grandes cargas.

La mayoría de los edificios monumentales de la Ciudad de Salamanca están hechos de este material, el cual recibe su nombre de la localidad donde se sitúa su cantera. Gran parte de los monumentos más destacados que forman parte de las calles de la ciudad, han sido construidos con este material creando un ambiente mágico entre las calles otorgando un color muy peculiar. Esto es debido al hierro que contiene, tomando la piedra el característico color dorado/rojizo tras estar en contacto con el aire. Sin embargo, recién sacada de la cantera su color es amarillo.

La Plaza Mayor, la Casa de las Conchas, la fachada de la Universidad de Salamanca… Son algunos de los edificios más destacados que han sido conformados con este famoso elemento. Aunque no sólo es el patrimonio de la ciudad castellano leonesa destacada por su utilización ya que, repartidos por España, se encuentran varios monumentos realizados con la piedra franca.  Es el caso del Templo de Debod en Madrid, los juzgados de León o un poco más cerca la estación de ferrocarril de Zamora. Pero el ejemplo más famoso fuera de salamanca, se encuentra en Japón donde se encuentra una reproducción de la Fachada de las Escuelas Mayores de la Universidad, realizada por los canteros de Villamayor a finales del Siglo XX por encargo de los emperadores de Japón.

Las canteras desde donde generalmente se extrae este tipo de roca son de medianas dimensiones. En su mayoría, el material extraído se utiliza para el sector de la construcción y gran parte de ello se utiliza sin necesidad de estar sometidos a ningún proceso de preparación. Sin embargo, cada vez resulta más complicado no someter a las rocas a tratamientos. La necesidad en el ámbito arquitectónico de  piedras tratadas de diferentes tamaños y formas es cada vez más destacable.

Su uso actual es básicamente para la edificación de fachadas, esculturas o para la restauración de monumentos en contraposición a su anterior uso a modo de muro de sustentación. El mantenimiento de la industria de esta piedra es necesario para garantizar la restauración y conservación del patrimonio histórico.

Salamanca fue nombrada en 1988 por la “UNESCO” como Patrimonio Histórico de la Humanidad debido a que la roca arenisca plasma varios estilos artísticos europeos en el museo al aire libre que es la ciudad contando la capital con un total de veintisiete monumentos y un conjunto como es el Barrio Catedralicio declarado histórico.

Autor

Estudiante de Comunicación Audiovisual y Periodismo en la Universidad Pontificia de Salamanca.