¿Estas todo el día corriendo y sientes que te falta energía? ¿Te parece que haces mucho esfuerzo para los resultados que están logrando? ¿Cada vez estas más cansada, pero te da miedo tener alguna enfermedad y evitas ir al médico?
Te entiendo, porque yo también vivía así.
Pasamos todo el día corriendo, tratando de llegar a múltiples objetivos, sin pararnos a pensar realmente que cosas nos acercan a la vida que queremos vivir de manera más amable, sana y sin tantos sacrificios.
El estrés es esa sensación de no llegar a todo, que te hace sentir agotada, desubicada, hace que se te olviden las cosas, que engordes, que no duermas… y otros 25 síntomas más que seguro ya estas sufriendo como agotamiento emocional, problemas de comunicación con los que más quieres, problemas graves de salud (más de 12 tipos de cáncer y 72 enfermedades como fibromialgia, gastritis, obesidad, migrañas, vértigos, etc.).
Situaciones que hemos hasta normalizado pensando que no tenemos más remedio que vivir así. En realidad, no tenemos por qué vivir así, hay otra manera de enfrentar los retos de la vida y sacar los proyectos adelante, relacionarnos con otras personas… todo depende de nuestro enfoque y que es lo que ponemos en primer lugar.
Si estas estresada, dejas de cuidarte, preocupándote por lo que pueda pasar en el futuro, descuidando a tu cuerpo y haciendo caso omiso a las señales que te da, perdiendo un tiempo imprescindible para evitar males mayores en cuento a tu salud. Si no te cuidas tú, ¿Quién más puede hacerlo?
El cáncer de mama es el tumor más común en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada 30 segundos se diagnostica cáncer de mama en algún lugar del mundo; por lo que te invito a que pongas tu atención en cómo te sientes, no solamente hoy, sino cada día, para que puedas detectar cualquier cambio en tu cuerpo y actúes sin más demora. ¿Cuántas veces nos sentimos mal y posponemos la visita a un médico, por miedo a saber que tenemos, excusándonos en que “no tenemos tiempo”?. Te suena ¿verdad?
Como me dijo un médico hace ya algunos años el día de Navidad: “Usted no puso en su agenda enfermarse, pero ahora lo único que importa es su salud, todo lo demás tendrá que esperar… hasta Santa Claus”.
Si tú estás bien, todo está bien. Quiérete, cuidate y disfruta