Cada vez somos más conscientes de que llevar una alimentación equilibrada es fundamental para la salud. La mayoría de las enfermedades de nuestro tiempo que aparecen durante la vida adulta, como puede ser la diabetes, la hipertensión o la hipercolesterolemia, podrían evitarse con unos hábitos de alimentación adecuados. Algo tan simple como un consumo deficiente de frutas y verduras está considerado por la OMS como uno de los 10 factores de riesgo de mortalidad en el mundo.
Uno de los principales aspectos a tener en cuenta para llevar una alimentación adecuada y que muchas veces descuidamos es la hidratación. Si tenemos en cuenta que el cuerpo humano se compone en dos de sus terceras partes de agua, es fundamental mantener una buena hidratación para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. El agua es un elemento fundamental para la vida, mientras que un ser humano puede sobrevivir sin alimentos durante 30 o 40 días, sin agua no podría subsistir más allá de los 3 o 4 días, lo que demuestra el gran protagonismo que tiene la hidratación en una alimentación saludable.
¿Cómo afecta la deshidratación a nuestro cuerpo?
Teniendo en cuenta que nuestros órganos vitales están compuestos en su mayoría por agua y que nuestro organismo consume hasta 2,5 litros de este líquido para funcionar, si no nos hidratamos lo suficiente para reponer esa pérdida, aparecen los síntomas de la deshidratación.
Los síntomas más leves son:
- Cansancio.
- Boca seca.
- Sequedad en la piel.
- Menos ganas de orinar y la orina es de color más oscuro y su olor más fuerte.
- Sensación de fatiga.
- Confusión y mareos.
- Irritabilidad.
- Náuseas.
- Estreñimiento.
Si tras la aparición de estos primeros síntomas no nos hidratamos convenientemente, estos síntomas se convierten en complicaciones mucho más graves.
- Aparecen problemas en el sistema renal, desde infección de orina, formación de cálculos renales, insuficiencia renal e incapacidad para orinar.
- Pérdida de electrolitos, lo que produce contracciones musculares y desvanecimientos, confusión y desorientación.
- Pérdida de volumen sanguíneo, presión arterial demasiado baja y ritmo cardíaco acelerado.
- Aumento significativo de la temperatura corporal.Fiebre.
- Incapacidad para producir saliva y lágrimas.
- Incapacidad de producir sudoración.
- Ojos resecos y hundidos.
- Pérdida de memoria.
¿Cómo podemos prevenir la deshidratación?
El principal remedio contra la deshidratación es el consumo de agua, tomando una media de entre 2 y 2,5 litros al día de agua no se corre el riesgo de deshidratarse, pero esto es algo que no siempre se cumple. Muchas veces nos olvidamos de beber poniendo en peligro nuestra salud. Para evitarlo hay algunos trucos que pueden ayudarnos:
- Lleva siempre encima una botella de agua. Parece una tontería pero muchas veces no bebemos porque lo olvidamos, llevar encima una botella nos hará recordar la necesidad de beber.
- No esperar a sentir sed para tomar un vaso de agua. Cuando sentimos necesidad de beber es porque ya hemos empezado a deshidratarnos, convertir en un hábito tomar un vaso de agua cada cierto tiempo nos ayudará a prevenir la deshidratación. Si te cuesta, hay aplicaciones de salud para los móviles que te lo recuerdan.
- Consume otro tipo de bebidas. Si no te apetece beber siempre agua, también puedes hidratarte tomando infusiones, zumos naturales de frutas, lácteos o refrescos sin azúcar.
- Toma alimentos ricos en agua. Muchas verduras y frutas como la sandía, además de tener pocas calorías, son ricas en agua. Tomando estos alimentos, además de controlar el sobrepeso, ayudas a tu organismo a mantenerse hidratado.
¿Cuáles son los beneficios estéticos de una correcta hidratación?
Hemos visto como la deshidratación puede ocasionar graves inconvenientes en nuestro organismo, pero manteniendo una correcta hidratación, además de conseguir beneficios para nuestra salud también conseguiremos beneficios estéticos. Veamos cuales son.
Beneficios estéticos de la hidratación
- Se evita la tan indeseada retención de líquidos que produce hinchazón sobre todo en las piernas
- Mejora el aspecto de la piel aportándole mayor luminosidad y elasticidad.
- Mejora la salud del pelo y las uñas, al contar con más hidratación crecen más fuertes y con más brillo.
- Elimina toxinas que repercuten directamente en el estado de nuestra piel.
- La hidratación mejora la circulación sanguínea lo que evita el riesgo de padecer celulitis y varices.
- Previene el sobrepeso.
Así pues, una correcta hidratación como parte de una alimentación saludable nos ayudará a mantener nuestro cuerpo y nuestra mente mucho más sanos.
