Sin todo no hay parte: Quiére(te), quiére(le), respéta(te), respéta(le)…

- en Salud
will smith el tiempo de la felicidad

Ayer, Mónica, la camarera del Restaurante Villamayor Golf, tras escuchar un suceso en la tele me decía que no entendía por qué sucedían ciertas cosas, que el mundo, en general, antes no era así, que algunas atrocidades que ahora se producen, antes no lo hacían.

Enseguida miré atrás y a mi mente vino la frase aquella de que “el hombre es un lobo para el hombre (en latín, ‘homo homini lupus’)”, de Thomas Hobbes en su obra El Leviatán. Seguro que muchos lo recuerdan de las clases de filosofía, porque era una de las reflexiones favoritas de nuestros profesores (al menos de los míos). Sí, en aquella época no tan lejana en la que nos permitíamos no sólo pensar, sino reflexionar; ser cabezones, pero también tener la capacidad para escuchar al otro y, si era necesario, cambiar de opinión.  Una época en la que pensábamos por nosotros mismos, no nos tenían que dar las cosas pensadas en ningún dispositivo electrónico y sí, seguíamos las modas y nos dejábamos arrastrar por la corriente dominante, por supuesto, pero teníamos una capacidad de ser nosotros mismos que, me da la impresión, era muy superior a la que tienen o tenemos en la actualidad. Porque una cosa es seguir la moda y otra dejarte arrastrar por ella. Yo, al menos, noto una clara diferencia.

Mi hijo me decía el día anterior, mientras íbamos en el coche camino de casa que cuántos libros de ‘autoayuda me había leído últimamente, y, de nuevo eché la vista al pasado (por desgracia, cuando llegas a edades maduras es una práctica habitual la de recordar). Rápidamente le respondí que ninguno y empecé a repasar mi adolescencia y mi juventud y busqué libros de autoayuda que, ciertamente, no recuerdo y empecé a buscar esos maravillosos coach que nunca conocí. Sí recuerdo cuando llegaron. De repente alguien empezó a decir que en Estados Unidos era una práctica habitual, que en muchos equipos de la NBA y de no se qué otros deportes, había coach que motivaban a los deportistas y, desde entonces, en los últimos años he descubierto un surgir de gente que tras hacer un curso o sacar un máster dan charlas que, supuestamente mejoran la autoestima de la gente, aunque da la impresión que, detrás de todo está la venta de algún producto o la generación de ingresos para el propio protagonista. No quiero que esto se interprete como una crítica destructiva hacia ellos. Simplemente observo y traslado la realidad que percibo. He escuchado muchas charlas y hay gente de gran valor y que, detrás de esa faceta, guarda una enorme experiencia y preparación.

Hace ya un lustro o así, aproximadamente llegó la época del “para querer necesitas quererte a ti mismo primero” o lo que sea. El ‘Mr Wonderful’ y cosas similares. El caso es que las nuevas generaciones lo han llevado al dedillo, generaciones que, no sé si será consecuencia de ese ‘mantra’, pero da la impresión que son mucho más egoístas que otras anteriores, mucho más solitarias, se creen más libres, pero me da que no lo son. Es más, dependen mucho más de sus familias para sobrevivir (a lo mejor es porque no les queda más remedio). Ese quererse a sí mismo se ha convertido en un solo quererse a sí mismo y en muchos casos no son capaces de encontrar la salida y prefieren echarle la culpa al entorno, a la sociedad, sin reconocer que la sociedad necesita de todos, no de ti solo. Que es lo que nosotros hacemos que sea. Que si queremos cambiarla tiene que ser todos juntos. No sé en qué momento pasamos del “querer” al “quererse a sí mismo”, del “respetar” al “respetarse a sí mismo”. Lo que sí sé es que no hemos mejorado en absoluto. Que el “caerse, levantarse, volverse a caer y volverse a levantar” ha pasado de ser una realidad a un recurso lingüístico. No entro a juzgar si es mejor o peor, si los de antes eran mejores o lo son los de ahora. No quiero entrar en si la labor de esos coach de los que hablábamos antes da más o menos beneficios para las personas, en si es necesaria o no. Lo que sí tengo claro es que suceden cosas que antes no sucedían. Auténticas locuras, auténticas atrocidades, y que las sociedades y los gobiernos prefieren ir a lo suyo, aislarse, quererse a sí mismos, y no buscar soluciones globales mientras la sociedad se va comiendo a sí misma. Espero que no se nos indigeste.

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Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.