Una llamada de telemarketing, a veces se puede convertir en una odisea de puro acoso, y es por ello, que muchas empresas han visto ahí un nicho de mercado para sacar a la luz plataformas que bloquean llamadas, emails y SMS de números no deseados. La más conocida es la Lista Robinson.
La Lista Robinson es un servicio de exclusión publicitaria al que pueden acceder tanto los consumidores, de forma gratuita, como las empresas, con previo pago. El principal objetivo de esta plataforma es evitar la publicidad de empresas de las que no se es cliente o a las que no hayas facilitado tu consentimiento. Tal y como lo describe la Agencia Española de Protección de Datos (AEDP): «La Lista Robinson debe de ser consultada por quienes vayan a realizar una campaña publicitaria para excluir de la misma a las personas inscritas. Sin embargo, pese a que te hayas inscrito en la Lista Robinson, los comerciantes pueden remitirte publicidad o servicios si eres cliente o si les has dado tu consentimiento».
Esta lista nació en 1993, y se limitaba al correo postal. Pero en 2009, la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo, actualmente ADigital, junto a la AEDP, anunciaban la ampliación de sus servicios a otros medios menos analógicos, como el correo electrónico, los SMS o las llamadas telefónicas.
Actualmente, hasta 57.000 personas son usuarias del servicio, siendo el canal telefónico el que registra el 60% de los casos suscritos, y el correo electrónico el otro 40%.
Para hacer uso de su servicio, debes inscribirte en su página web aportando datos como nombre completo, DNI, sexo, email y fecha de nacimiento. Después, has de elegir a través de qué medios no deseas que las empresas contacten contigo: correo electrónico, teléfono móvil, fijo, SMS o correo postal.
Según el Reglamento de 2007 al respecto, las empresas tienen la obligación de depurar sus bases de datos y consultar estas listas. El coste para acceder a este servicio va en función de la facturación y el tamaño de la propia empresa. De hecho, existen sanciones para aquellas que no consulten el servicio: «Previa tramitación del correspondiente procedimiento sancionador por parte de la autoridad de control, pueden ser sancionadas con una multa de carácter económico».
Sin embargo, a pesar de ser un sistema de consulta obligatoria en los casos descritos, aporta cierta imagen de prestigio para las empresas, de manera que muestran un mayor cumplimiento normativo y respeto hacia la privacidad de los usuarios.
