El equipo charro se plantaba ante la primera final de la temporada contra un Real Oviedo B que le superaba en tres puntos en la tabla de clasificación. El conjunto de Lolo no se podía permitir ni un empate en el marcador porque eso le dejaría al borde de la Tercera RFEF. El entrenador extremeño salió con su once habitual salvo en defensa debido a las bajas de Casado y Ayala. Amaro, Fer Llorente y Telles serían los encargados de la medular acompañados en banda por Juancho y Camacho. Arriba Puma Chávez.
El conjunto blanquinegro empezó el partido dominando, con mucha posesión y dando mucho protagonismo al costado izquierdo, tanto a Candelas como a Juancho. Desde el comienzo se vio al colombiano muy participativo y acertado. Todo lo contrario que Chávez que pese a su entrega, la suerte no le sonríe de cara a puerta. Este sería el preludio de lo que vendría después. Una gran jugada de Alex Camacho en el minuto 33 situaría el 1-0 en el marcador. A partir de ahí el Salamanca estuvo más cómodo, enlazando jugadas mucho menos embarulladas y con más criterio. Juancho con un gran remate desde la frontal del área tras un despeje herrado por los asturianos dejaría a los charros con una gran ventaja antes del descanso.
La segunda parte comenzó con un dominio aún más claro de los Lolo, una falta en la frontal del área sería materializada por Fer Llorente tras rebotar en la barrera del Oviedo. El Salamanca empezó a gustarse y dio entrada a jugadores que estaban algo faltos de confianza. Ohemeng y Uxio realizaron varias jugadas de peligro que pudieron aumentar aún más la ventaja de los charros. Sin embargo, fue Candelas el que pondría el 4-0 en el luminoso.
Los blanquinegros por fin disfrutaron en la temporada. El Oviedo se llevó un baile bajó la lluvia del Estadio Helmántico y todavía quedan dos finales frente a Covadonga y Sporting B. Los de Lolo ya dependen de sí mismos.
Fotos de Óscar Hernández.
