La verdad es que por más escéptico que intenta ser uno, llega el fútbol y te pone en tu sitio. Me acuerdo un artículo hace ya algún año en el que decía que me retractaba. Me gente más cercana se reía, pero pienso que en el fútbol hay que analizar la realidad y la realidad es cambiante. Y ¡oye!, a veces lo que sucede en el verde es totalmente distinto a lo que sucedía siete días antes y hay que ser justos y decir lo malo y lo bueno.
Y, como ya he dicho en más de una ocasión, igual que hay que dar palos de vez en cuando (por suerte o desgracia a este Salamanca UDS bastantes), también hay que ofrecer alguna zanahoria cuando correspondo. Si el Real Ávila le dio un baño al Salamanca UDS en el Helmántico, el pasado domingo eran los blanquinegros los que hacían lo propio en el Adolfo Suárez. Superiores de principio a fin ante un equipo al que ya le iba bien el empate y lo acabó pagando. Que era líder, pero que no lo parecía.
Y el Salamanca UDS a lo suyo, al tran tran, en plan martillo pilón, buscando una y otra vez. El Salamanca UDS fue el Salamanca UDS que muchos esperábamos hace meses. Fue le Salamanca UDS que, supuestamente se confeccionó (aunque con algunas lagunas y falta de efectivos). Este domingo nadie puso en cuestión el hecho de que el equipo charro siga jugando sin centrales puros, nadie habló de que si Fassani mete más goles o mete menos, nadie habló de si este o el otro jugador estaba desaparecido. Vamos, que las críticas de otros días se convirtieron en halagos.
Lo que queda claro es que algo tiene que pasar para que en este club sucede lo que lleva pasando desde hace varias temporadas: buenas plantillas (con algunas carencias, pero siempre con varios jugadores de mayor categoría), media temporada tirada a la basura, ‘encabronamiento’ del abonado y, en la parte final cierta mejoría, en el campo se plasma lo que de pretemporada se barruntaba, y locura final, aunque, al menos el año pasado, acabó en fiasco porque la gasolina llega para lo que llega.
Este año, de momento, se están repitiendo los pasos, aunque sigo pensando que es una plantilla que va a ser muy difícil de ver, con varios jugadores de más de una categoría por encima del equipo. Hay siete u ocho jugadores que, en mi opinión, serían titulares en cualquier equipo de Segunda RFEF y varios que podrían, incluso, tener acomodo en Primera RFEF. Por eso, cuando se ponen, como el otro día en Ávila, vuelven a engancharse y a enganchar a esos 2.000 que no se bajan del carro pase lo que pase. Les basta recibir muy poco para darlo todo y lo demuestran en infinidad de ocasiones. Algunos dirán que viajan en masa a Ávila porque está cerca. He dicho que son muy fieles, no que sean ricos y se puedan permitir estar viajando cada quince días. Aun así, hay un grupo que están ahí siempre, sacrificando muchas cosas por apoyar al equipo.
El caso es que llegamos a la parte importante de la temporada ‘vivos’ en la lucha por el primer puesto. Sigue estando lejos, no nos confundamos. Pero si de aquí al final el Real Ávila es el del domingo, y el Salamanca UDS también, no parece ninguna locura. Hay que empezar a preparar un plan ‘A’ si hay opciones de ser primero, o un plan ‘B’ si, antes de terminar la liga regular, hay que ir centrándose ya en el ‘play-off’. Un equipo como este no debería permitirse el lujo de improvisar, aunque, por desgracia, ya viva de improvisaciones desde hace tiempo.
El caso es que hace tiempo ya creíamos que no, pero “¿y si sí?”. Pues eso. Esperemos.
