Sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir lo lejos que pueden llegar. T.S. Eliot
Quizá este mes diciembre sea el más esperado. Quizá estemos todos deseando ocupar las calles ese domingo 26 de diciembre y oír nuestros corazones como un solo corazón.
Tal vez ha llegado el tiempo de desacelerar el miedo para acelerar la vida. Correremos por nuestras calles como quien desea anunciar una buena nueva, nuestra adicción a la vida. Es posible que muchos hayamos aprendido la lección de lo importante, que hay que correr hacia el «presente», hacia el aquí y el ahora juntos. Que al final nos hallamos dado cuenta que las prisas injustificadas, las tensiones y las multitareas no nos llevan a latir en positivo. Que de verdad necesitemos lanzarnos a la calle, ponernos una camiseta con un dorsal para correr «la carrera de la calma», de esa calma interior que siempre buscamos y nunca conseguimos; de esa calma que reordena prioridades y activa el corazón común; ese corazón que va desde lo individual a lo colectivo, porque el otro me importa.
Cada zancada este diciembre será un paso de primavera, porque hará florecer la vida, tu vida, la vida de todos los que corremos y de todos los que nos miran. Y latiremos al unísono como quien celebra la alegría de haber vuelto a nacer. Cada paso será poesía en movimiento que recite al oído un «somos juntos solo uno».
Cada zancada dejará atrás el miedo a la epidemia del COVID-19, esa epidemia sanitaria, emocional y social que nos dibujó un escenario gris en una primavera florecida. Cada avance será un grito a repensar el planeta y la humanidad como globales, como un todo unitario. Lo que te pasa a ti me influye a mí, tu miedo es mi miedo, tu ira es mi ira, tu solidaridad es también la mía, tus deseos son mis deseos y tu alegría es también mi alegría. Corramos este diciembre y gritemos a voces que somos uno, que creemos en los corazones que corren para cuidar y dar el lugar en nuestra sociedad a los niños y los mayores. Que correr hacia la solidaridad rompe frontera y ensancha mentes y corazones para correr más deprisa. Corramos hacia los más desfavorecidos porque son parte de mí. Apostemos en esta carrera y corramos por la vía del humanismo radical, donde consideremos la humanidad como uno, que puede avanzar más rápido si corremos juntos de la mano. Apostemos por la vía de la Naturaleza, donde cada pisada sea una caricia al planeta.
Hagamos de la necesidad virtud, como nos enseñaron nuestros mayores. Hagamos de esta san Silvestre 2021 un poema, cuyos versos sean sanadores. Que cada paso en nuestra carrera vital nos aleje del miedo que paraliza, y nos dé una mirada hacia la nueva meta. Confiemos en nuestros pasos y hagamos nuestra carrera paso a paso reenfocando nuestras prioridades desde lo emocional. Escuchemos nuestro latido y el de los que nos rodean al pisar el asfalto. Escuchemos nuestro cuerpo y nuestra mente para llegar a la meta de lo que necesitamos de verdad.
Regalémonos este diciembre el dorsal de la primavera para que florezca el corazón en la San Silvestre salmantina 2021, ese será nuestro mejor trofeo. Y no olvides que una vez que tu mente tome la decisión de ser parte integrante de esta carrera, tus piernas y tu corazón la seguirán porque están deseosos de que vuelva la primavera.
Miguel Elías S.S.
Pintor-Profesor de la Universidad de salamanca
Finalmente la XXXVIII San Silvestre Salmantina no pudo celebrarse el día 26 de diciembre de 2021 debido a la pandemia Covid-19.
