Calzados Antonio comenzó su andadura comercial en 1865 y hoy en día sigue pisando fuerte en la ciudad. Se encuentra situada en la Plaza del Poeta Iglesias 20, a pocos pasos de la Plaza Mayor de Salamanca, en pleno casco histórico de la ciudad.
Cuando abre sus puertas la zapatería se convierte en lugar de encuentro para los clientes que la visitaban. Una vez que se van inaugurando otras tiendas, el taller o sus almacenes por allí irán desfilando personalidades de la política, el espectáculo, la cultura… a lo largo de sus 156 años de trayectoria. Casi dos siglos de historia gracias a la castiza familia de “Los Gallos” que convierten a Calzados Antonio en uno de los comercios con más historia de Salamanca.
Antiguamente llevar unos zapatos sólo era accesible para las familias pudientes, y esto se convertía en un lujo al que muy pocos podían acceder.
La apertura de la tienda fue todo un acierto, su ubicación era centro neurálgico de intercambios comerciales, por lo que esto hace que Antonio de Lorenzo B. (3ª generación) acabe el siglo XIX de manera muy especial pudiendo así ampliar sus negocios del calzado.
En poco tiempo Calzados Antonio se hizo con importantes clientes, convirtiéndose en uno de los zapateros de la Casa Real. Durante décadas les encargaban vestir los pies tanto de la reina Isabel II hasta Alfonso XIII que lucieron impecables el calzado artesanal y más exclusivo de la época de la mano de esta afamada empresa zapatera.
La materia prima que se utilizaba para la composición del calzado era toda de materiales naturales. Desde la piel recién curtida al tacón de madera, pasando por el cordón elaborado con tripa animal o los metales que se ponían en puntera o parte trasera, todo era trabajado a mano en el taller para poder confeccionar a la perfección el calzado que el cliente demandaba.
A comienzos del siglo XX de ocho zapaterías que estaban abiertas en la ciudad, cuatro pertenecían a la familia Lorenzo, llegando en algún momento a tener 5 en las calles más transitadas por salmantinos y visitantes a la ciudad.
Las calles elegidas para abrir sus nuevas tiendas serian San Pablo, Toro, Concejo y Zamora, en estas el cliente podría encontrar el calzado más deseado con diseños y modelos únicos. El boca a boca les harían ser muy conocidos por toda la geografía española.
Antonio recuerda que hace años en las tiendas se llegó a contar un mínimo de 4 y 5 empleados, aparte de 3 chicos de reparto a particulares o para llevar el calzado entre tiendas. A veces había tantos clientes que se debía pedir la vez y hacer fila para poder ser atendidos. Durante todas estas décadas los negocios zapateros de “Los Gallos” consiguen posicionarse como uno de los más prósperos de la ciudad, con excelentes resultados en ventas por su calidad y por su producto nacional.
La empresa familiar está regentada en la actualidad por Antonio de Lorenzo Larxé, un profesional del sector del calzado que conoce muy bien todos sus entresijos. Sin lugar a duda, mantener una charla con él es aprender y conocer un poquito más a fondo este sector tan importante.
Debemos darle un valor prioritario a vestir nuestros de manera correcta y a ser posible siempre con una segunda piel. Elegir el modelo perfecto está en contar con buenos profesionales que nos puedan ofrecer calidad óptima, a ser posible producción española y con formatos que no hagan sufrir nuestros pies.
Antonio Zapaterías se caracteriza por mantener calidad ofreciendo al cliente el mejor producto del mercado sin caer en la tentación de productos que no aporten beneficios a los pies que los calzan.
Resaltar que Antonio Lorenzo Larxé es la sexta generación de Antonio Zapatería. La unión con Isabel Marcos hace más de 30 años hace que conformen el tándem perfecto para poder conseguir que el negocio de las zapaterías siga manteniendo el éxito conseguido durante tantas generaciones.
Isabel fue la primera mujer en atender como dependienta una zapatería en nuestra ciudad. Comenzó su andadura como cajera en Antonio Zapatería, pero lo que le gustaba realmente era la atención al público le pidió a Don Antonio de Lorenzo Patón (5ª generación en la empresa familiar) que le concediese el puesto de dependienta, después de mucha insistencia, Don Antonio cedió confiándole el cargo tan deseado. Isabel siempre estuvo rodeada de compañeros varones. A sus 16 años supo ganarse la confianza del gerente y la de todos los profesionales que la rodeaban. Después de 46 años de trayectoria hoy sigue activa junto a su marido e hija y podemos verla en la tienda de la Plaza del Poeta Iglesias con esa vitalidad y buen hacer que la caracteriza.
Hoy, al frente del negocio y junto a sus padres está Carmen de Lorenzo Marcos, que se convierte en la 7ª generación al frente de uno de los comercios más antiguos de Salamanca. Carmen que cuenta con dos carreras universitarias, pero por decisión propia desea continuar con la empresa familiar y a la vera de sus padres dirige una de las tres zapaterías con las que cuenta la familia en la actualidad.
Mis mejores deseos a la familia Lorenzo Marcos y a Carmen que continúe por muchas décadas con uno de los negocios más emblemáticos de la ciudad.
