Hubo un tiempo en el que las clases sociales eran más patentes: realeza, nobleza, clero y el resto de la “chusma”.
Dentro de la clase social del “resto”, de la “chusma”, también había escalas. La inferior de todas estaba formada por las personas esclavizadas.
En realidad, se hablaba de esclavos en general. Personas que venían, en su mayoría, del continente africano y que los dedicaban a las tareas del campo o a la casa, en los mejores casos.
A nuestra memoria puede acudir aquella mujer que decía: “Señorita Escarlata, señorita Escarlata” mientras, en otra escena de la película, tiraba de los cordeles del corsé de la mencionada señorita.
A estas personas no se la consideraba como tales, sino seres inferiores que, como caridad y “buena voluntad”, sólo se merecían las migajas o las sobras.
Quienes se rebelaban contra lo establecido, como siempre, eran castigados. Latigazos, palizas, reclusión, hambre, muerte…
Había personas valientes que pensaban en sí mismas, pero también en el futuro. Por ello, lucharon con uñas y dientes por lo que consideraban que era justo.
Y lo fueron consiguiendo poco a poco.
Trocitos de libertad que tenían los blancos, las personas de otro color, sobre todo los negros, fueron capaces de alcanzarlos con sudor, lágrimas y, en muchos casos, dejando su propia vida por el camino para que lo “disfrutaran” las generaciones posteriores.
Harriet Tubman, Rosa Parks, Marthin Luther King, Malcom X, etc. clamaron por la libertad de una “raza” que era considerada inferior por tener un distinto color de piel.
Podemos pensar que ya, todas las personas, tenemos la tan ansiada libertad; que no hay distinción de clases, que no hay diferencia entre razas, origen, nacionalidad… Pero, yo te pregunto: ¿estás segura de eso?
Sólo te tienes que detener por unos minutos, observar (que no mirar) a tu alrededor y reflexionar sobre lo que eres capaz de encontrar en tu entorno más cercano, en tu barrio, en tu pueblo o ciudad, en tu país.
¿Hay realmente libertad para todo el mundo? O, por el contrario, ¿nos creemos que todas las personas son totalmente libres porque nos ciega la venda de la indiferencia?
¿Qué es, para ti, la libertad?
Recomendación literaria: Freedom de Jennifer Dalrymple